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Al rescate del sector Turismo

El Líbero

El sector turismo contiene una serie de subsectores que son muy intensos en mano de obra y que exhiben una gran heterogeneidad, coexistiendo grandes operadores junto con otros de menor tamaño. Si miramos las cifras del sector de Restaurantes y Hoteles de hace un año atrás, veríamos una creación anual de valor cercana a US$5,4 miles de millones, lo que en el segundo trimestre del presente año exhibe una caída de 52,8%. De igual manera, hace un año atrás este sector daba trabajo a 442 mil personas, mientras que en la actualidad dicha cifra cayó a solo 228 mil trabajadores, lo que implica una caída de ocupación de 48%  y en donde 214 mil personas perdieron su empleo. Es probable que la destrucción será mayor, ya que entre los que están considerados como ocupados hay 119 mil que están con su trabajo suspendido en virtud de la Ley de Protección del Empleo.

En la industria de los cruceros ya dieron por perdida la temporada septiembre-diciembre, en donde se esperaban, a lo menos, 23 naves en Punta Arenas y 18 en la región de Valparaíso. En la temporada anterior hubo 432 mil pasajeros de cruceros que llegaron a Chile, de los cuales una fracción importante de ellos desembarca y gasta un promedio de US$100 por día. Los números son impactantes y dan cuenta de uno de los sectores más dañados por la pandemia.

Es muy probable que la reactivación del sector turismo tome mucho más tiempo que el observado para otros sectores, como el comercio y la construcción, por lo cual es necesario ajustar los parámetros de los instrumentos que actualmente tiene desplegado el gobierno para enfrentar la crisis. Un ejemplo de ello es el crédito FOGAPE-Covid, en donde, tal como lo señala la Cámara Nacional de Comercio, los emprendedores turísticos han tenido mala acogida de la banca por considerarlos como una industria de riesgo y con mayor rezago en su recuperación. De hecho, las empresas que hayan accedido a este beneficio deberán comenzar a amortizar el crédito cuando aún no puedan funcionar, por tanto un programa FOGAPE-TURISMO adecuado a la realidad del sector podría ser más eficaz en lograr una mayor sobrevivencia sectorial.

De igual manera, la reapertura de las instalaciones, cumpliendo los requisitos sanitarios, tienen un costo estimado en cerca de US$100 por trabajador, donde se incluyen los acrílicos separadores, limpiapiés desinfectantes e insumos como mascarillas y alcohol gel para los trabajadores. Este costo de reapertura es importante para los operadores más pequeños, por lo cual la ayuda sectorial podría ser muy importante para facilitar la reapertura. En ese sentido, el Programa Reactívate Turismo de Sercotec abrió 6.500 cupos para beneficiar a empresas del rubro por un apoyo de hasta 3 millones de pesos, con lo que se podían abordar los costos de reapertura mencionados. Sin duda, sería muy beneficioso que se pudiera abrir un nuevo concurso de este programa ya que la magnitud del daño es sustancial y queda poco visible en el contexto de la recesión global.

 

Columna de Tomás Flores, Economista Senior de LyD, publicada en El Líbero.- 

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