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Nada bueno en lo económico ni en lo laboral

El Líbero

Como es habitual en esta época del año, LyD publicó la encuesta de desocupación, correspondiente al cuarto trimestre del 2019. El sondeo, a diferencia de otras mediciones como la del INE o de la Universidad de Chile, centra su área de estudio en un análisis cualitativo sobre la percepción que existe en el mercado laboral.

En este sentido, uno de los resultados que arroja la medición indica que el temor a perder el trabajo (Alto + Muy Alto) llega a 62%, el máximo histórico desde que se realiza la encuesta (marzo de 2004). De la misma forma, un 62% de los encuestados indica que de aquí a marzo del próximo año la situación de empleo en nuestro país empeorará, cifra muy por sobre lo observado en septiembre de 2019, donde nadie de nosotros vaticinaba lo que nos depararía octubre de 2019. Asimismo, la encuesta indica que un 74% de los encuestados cree que el gobierno no ha hecho lo necesario para aumentar el empleo, cifra también, por sobre el sondeo de septiembre.

Los resultados anteriores son consistentes con las cifras que hemos observado durante el último tiempo, como consecuencia de la revuelta violentista, sobre los despidos por necesidad de la empresa post 18 de octubre, que al 20 de diciembre se cifran en más de 140 mil.

¿Qué se vaticina en el mercado para inicios del 2020? Las tradiciones más habituales que se realizan el último día del año, esperando que el nuevo año que comienza traiga prosperidad, salud, viajes, etc., son un fiel reflejo de la esperanza que las personas apostamos por los nuevos aires que llegan.

En este sentido, uno de los legados que comenzaremos a recibir el 2020, producto del 18-O, no son nada de esperanzadores; en el mercado laboral se espera que el desempleo llegue a dos dígitos. Y esto no es menor; si el desempleo se encuentra en 7,0%, esto significa que unas 650 mil personas no tienen trabajo; ahora bien, si este dato supera el 10%, ello significa que aproximadamente 1 millón de personas se encontrarán sin trabajo. En esta línea, sin duda sorprenden las últimas cifras de desempleo fueron mejores de lo esperado, ya que en circunstancias normales el 6,9% es bastante alto considerando la estacionalidad propia de la época.

De la misma forma el jueves recién pasado, cuando muchos aún se encontraban con la resaca de las celebraciones, se publicó el dato correspondiente al indicador mensual de actividad económica (IMACEC) correspondiente a noviembre de 2019, en pleno estallido social, el cual habría retrocedido en 3,3%, con la esperanza que el dato que conoceremos el primer día hábil de febrero de 2020, correspondiente al diciembre de 2019, sea en lo posible cercano a 0%, lo que implicaría que el cierre del año 2019 la actividad económica se habría expandido en un pobre 1,0%.

Lo paradójico de esto es que se observan serios atisbos de una declinación del conflicto comercial entre EE.UU. – China, causa mediante la cual previo al 18-O se esgrimía como posible freno al repunte económico de nuestro país y al mal desempeño del cobre en la bolsa de metales y valores de Londres. Paralelamente, el último dato de desempleo en la economía americana fue de 3,5%, el menor de 50 años. Así, nuestro mercado laboral y nuestra economía se han resentido por causas internas, en un contexto donde el mundo está creciendo y generando empleo.

 

Columna de Felipe Berger, Economista de Libertad y Desarrollo, publicada en El Líbero.- 

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