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La Reforma de Pensiones y la Política

La Tercera

 

La reforma al sistema de pensiones es importante para muchos chilenos. Hay 2,8 millones de pensionados y casi un millón y medio recibe los beneficios del pilar solidario (la pensión básica solidaria, $107.000 mensuales, o el aporte previsional solidario si es que su pensión es inferior a $317.000 mensuales). Todos ellos están muy atentos a la discusión que nuestra clase política empieza a tener sobre esta materia.

El Presidente Piñera ha presentado una reforma que aborda los dos problemas más acuciantes para los pensionados y trabajadores chilenos: un nivel muy bajo de las pensiones actuales en relación a las expectativas, y un insuficiente ahorro previsional que anticipa que los trabajadores tendrán este mismo problema en el futuro.

La reforma mejora las pensiones de los 1,5 millones de chilenos que están en el pilar solidario, en un 10% de manera inmediata y en porcentajes crecientes en el futuro que, para los más viejos, pueden llegar al 50%. También favorece a otros 500 mil chilenos de clase media (hasta pensiones de $690.000 mensuales) que hasta ahora no recibían aporte estatal y con la reforma tendrán un mejoramiento de sus pensiones, especialmente las mujeres. Hay dos grupos beneficiarios adicionales: los que decidan postergar su jubilación más allá de la edad legal recibirán un 50% más del aporte a la clase media cada año y podrán retirar parte de ese ahorro antes de jubilarse; y los pensionados que tengan dependencia severa recibirán un beneficio financiado con un aporte de 0,2% de cargo del empleador que harán todos los trabajadores a un seguro solidario.

Para abordar la necesidad de incrementar el ahorro previsional se aumenta la cotización en 4 puntos de cargo del empleador, con una gradualidad de 9 años para no afectar el empleo por efecto de un impuesto al trabajo. Esta podrá ser administrada por la AFP  u otra entidad, Administradora de Fondos de giro exclusivo que creen Compañías de Seguros, Administradoras Generales de Fondos, Cajas de Compensación u otras, introduciendo más competencia al sistema y opciones de mayor retorno.

La izquierda ha empezado a criticar algunos aspectos de la reforma. Pero ellos perdieron su oportunidad cuando estuvieron en el gobierno y tenían mayoría. Sus propios técnicos integrantes de las comisiones Marcel y Bravo, idearon propuestas que nunca vieron la luz.

En lugar de ello se plegaron a la campaña del grupo No + AFP, que fuera de críticas y falsedades, jamás fue capaz de realizar una propuesta seria. Faltando seis meses para terminar el gobierno de Bachelet, se presentó una improvisada reforma que fue incluso rechazada en su primer trámite parlamentario.

Las críticas a la reforma de Piñera han sido varias. Se dice que no es solidaria. ¿Pero qué más solidario que aumentar las pensiones de los más pobres con dinero de los impuestos que pagan mayoritariamente los más ricos?

Se dice que es insuficiente. Por supuesto siempre será insuficiente, lo que no quiere decir que la gente no esté dispuesta a apoyar la reforma si ésta es seria . No todos los problemas se resolverán en esta oportunidad, pero sí se estarán atacando los nudos principales del sistema. También es elitista criticar los incrementos de pensión porque es muy poca plata. Para los parlamentarios ciertamente es muy poca plata, no así para quien recibe la pensión mínima. Lo mismo vale para la crítica, esta vez desde las AFP, de que el aumento de 4 puntos de cotización es insuficiente. Claro, sería deseable quizás llegar hasta el promedio OCDE de 19%, pero resulta que en 37 años nunca se ha aumentado la cotización siquiera en un punto.

Porque en definitiva esa es la gran virtud de la reforma del Presidente Piñera: que se atrevió con una propuesta seria. Y responsable. Como lo está haciendo en materia de Infancia, o en relación a la Araucanía, o en la eficiencia de nuestras  policías , o en las medidas y reformas necesarias para que la inmigración llegue a nuestro país de una manera sustentable.

La reforma de pensiones puede sufrir cambios y es lógico que la oposición intente hacer valer algunos de sus puntos. Pero los chilenos no perdonarán un portazo de la izquierda al esfuerzo de Piñera de mejorar sus pensiones. Sería una increíble muestra de que definitivamente son incapaces de conectar con las necesidades de las mayorías.

Columna de Luis Larraín, Director Ejecutivo de Libertad y Desarrollo, publicada en La Tercera.-

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