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Sacando a Chile de la cuarentena

El Líbero

El 1° de marzo pasado fue detectado el primer contagiado de Covid-19 en Nueva York, dos días antes que en Chile. En esa ciudad, el 20 de marzo se inició el cierre de todos los sectores no esenciales, lo que en las comunas del sector oriente y centro de Santiago ocurrió el día 26 de ese mes. Desde entonces, y con intermitencias en el caso de Chile, hemos caminado por una cuarentena que en algunos casos ya supera los 90 días, viendo cómo los contagiados y fallecidos se expanden por sobre lo proyectado inicialmente.

Pues bien, el 8 de junio pasado, Nueva York inició la fase 1 del desescalamiento de la cuarentena, para luego, el 22, pasar a la etapa 2, sin que aún exista fecha para las fases 3 y 4. Es interesante analizar este proceso, ya que es posible que en nuestro país debamos planificar cómo volveremos paulatinamente a la “nueva” normalidad en la medida que la pandemia muestre una tendencia a moderarse.

El primer paso es establecer, por parte de la autoridad sanitaria, cuáles son las condiciones que deben cumplirse para que una comuna pueda iniciar la fase 1. En el caso americano, se establecieron 7 parámetros, entre los cuales está que las comunas deben tener a lo menos un 30%  de las camas de UCI disponibles. Asimismo, cada comuna debe tener la capacidad de testear PCR al 3% de los residentes mensualmente y una declinación del número de contagiados y fallecidos por 14 días consecutivos. En Chile, tenemos ocupadas el 89% de las camas UCI y testeamos entre 2,6 y 3% de la población al mes.

Al cumplirse los 7 parámetros sanitarios se da luz verde a la fase 1, en donde se permite la apertura del sector de la construcción, ventas al por mayor, manufactura y comercio minorista donde se debe pasar a retirar los productos. Cada sector debe a su vez cumplir con los 5 requisitos para la autorización de apertura, donde se incluyen los criterios de distancia física -donde está la regla de los 6 pies de separación, que es equivalente a 2 metros aproximadamente- y el uso de mascarillas. Además, está la regla de las herramientas que no se pueden compartir y deben ser desinfectadas al ingreso a la faena. En tercer lugar, están las normas de la limpieza de zonas comunes como baños, así como la prohibición de compartir alimentos y bebidas. Cada trabajador lleva su lonchera y no se permite alimentación tipo buffet. El cuarto requisito es sobre la información a los trabajadores y visitantes a la obra, para que todos estén en conocimiento de cómo se transmite el Covid-19 y así saber cómo desinfectarse al llegar al hogar para mantener a la familia protegida. Por último, es requisito controlar la temperatura al ingreso a la obra, así como la elaboración de un mapa diario del contacto cercano, de manera tal que si un trabajador resulta positivo se pueda mapear rápidamente todos los contactos de los últimos días y proceder a aislarlos.

En la fase 2, que partió el 22 de junio, se permitió la apertura de malls, con la regla de distancia física y con una ocupación máxima del 50% de la capacidad. También los gimnasios y establecimientos abiertos, como el zoológico. En todos ellos se deben cumplir los 5 requisitos señalados en el párrafo anterior.

En la fase 3 hay luz verde para restaurantes, bares, peluquerías y tiendas de autos. Los 5 requisitos se mantienen y son auditados, al igual como se realiza en los establecimientos que abrieron en las fases anteriores. Por último, en la fase 4 ya es el momento de abrir el sector educacional, con los requisitos descritos.

Así, cada sector productivo sabe exactamente lo que debe hacer cuando se pasa a una fase nueva, lo cual ha permitido a las empresas a prepararse para cumplir con todos los requisitos exigidos. De esta manera, creo que en la medida que se van consolidando los incipientes signos de que la pandemia está amainando en algunas comunas, deben explicitarse claramente las condiciones que se deben dar para iniciar el desescalamiento de la cuarentena, indicando cual será la secuencia de apertura de los sectores  y los requisitos  que cada establecimiento deberá cumplir.

 

Columna de Tomás Flores, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en El Líbero.-

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