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Precio del cobre y “realismo CON renuncia”

Medios Regionales

De parcial a nublado se ha puesto el escenario externo para Chile. El deterioro tiene un nombre: China. No obstante, si miramos la situación desde una perspectiva de largo plazo, tuvimos casi una década de sol radiante y ahora el tiempo se está normalizando. La fuerte caída del precio del cobre, de 7% en el último mes y de 15% en el año, está evidenciando el fin definitivo del boom minero. El menor crecimiento chino era un fenómeno predecible hace bastante tiempo, como también el menor aporte que empezaría a hacer CODELCO a las arcas fiscales. Lo novedoso es que el proceso podría ser más rápido y profundo de lo esperado, aunque esto aún es una noticia en desarrollo.

Tampoco se puede afirmar que el contexto externo tenga las características de una tormenta. De hecho, el petróleo ha caído mucho más que el cobre, un 15% este mes y un 45% en el año. Además, los mercados de capitales internacionales tienen aún abundante liquidez y las tasas de interés siguen en el suelo. El deterioro de las condiciones internacionales no puede entonces ser la causa del estancamiento de la actividad privada, sobre todo considerando que la artillería fiscal y monetaria expansiva está siendo plenamente utilizada. Los principales efectos de estas nubes grises provenientes de China no van entonces por el lado de las expectativas de crecimiento.

Sin embargo, deberían tener un impacto importante en la implementación del programa de gobierno. Un precio del cobre cercano a su costo de producción afecta significativamente las arcas fiscales. Los aportes de la minería, y especialmente de CODELCO, empezaron a registrar una tendencia decreciente hace un par de años, y este fenómeno se agudizará este año y los siguientes. En forma, a mi juicio irresponsable, el programa de gobierno supuso de algún modo que la bonanza de la última década sería permanente, y en base a eso planteó una gigantesca expansión del rol del Estado en todos los ámbitos. Ahora ya es evidente que los recursos son insuficientes, lo que llevó primero a plantear el “realismo sin renuncia” y luego los discursos de gradualidad en la implementación de las reformas. La caída del precio del cobre hará seguramente que el realismo deba ser CON renuncia, lo que al menos a mi me parece positivo.

Columna de Cecilia Cifuentes, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en medios regionales de El Mercurio.-

 

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