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Por qué los empresarios no aman a Boric

La Segunda

En las últimas semanas las diferencias entre empresarios y el Gobierno se hicieron patentes: pretensiosas y erradas frases del Presidente Boric, de un lado, y crudos diagnósticos de la realidad nacional de los presidentes de distintas compañías, por el otro. Esto último no es novedad. Cada año las mayores empresas del país hacen sus recuentos y ponen énfasis sobre cómo avanzar. En un país que acumula varios años de estancamiento económico, no es sorpresivo que la preocupación por el crecimiento se torne urgente.

Lo que sí sorprende es que, conocida la desconfianza que existe en nuestro país (es de las mayores entre los países OCDE) y sabiendo que llegaba al poder una nueva generación de dirigentes, La Moneda no haya tenido una estrategia para evitar que esas desconfianzas se exacerbaran, algo que sucede cada semana vía dictámenes de la Dirección del Trabajo y pichangas en Huechuraba.

Por eso se equivoca el Presidente cuando cree que las críticas a sus propuestas son solo por “aportillar” como él mismo reprochó. No es un tema de afinidad ideológica, sino de cómo hacer que Chile vuelva a crecer. Es posible que en Chile los empresarios tengan una posición política más marcada que en otros países. Sin embargo, más allá de cómo voten los empresarios chilenos, su mayor interés es que le vaya bien al país ya que así crecen sus firmas y su patrimonio. Por eso los empresarios aman a Lagos. El ex Presidente socialista ganó con el slogan “Crecer con Igualdad”. Y cumplió su promesa: promedió un crecimiento de 4,7% anual. El doble de lo que FMI pronostica para el crecimiento chileno al 2029. 

Entonces cuando la ministra Vallejo pide “poner más en el centro la evidencia que la retórica”, son justamente los datos duros los que dan cuenta que el Gobierno está al debe. Es cierto que hubo gratas sorpresas con los recientes Imacec, sin embargo, el Banco Central estima que la inversión volverá a caer este año y que ni en 2025 ni 2026 el crecimiento superará el 2,5%. En tanto, el FMI pronostica que en los próximos años creceremos por debajo del promedio de Latinoamérica, mientras distintos rankings internacionales no muestran avances para Chile. 

¿Es posible “cambiar el escenario” como pidió Boric en Enade? Para ello se requieren medidas potentes que favorezcan el ahorro y la inversión. No es lo que hoy el Ejecutivo le propone al Congreso, donde simultáneamente se pone en riesgo el mercado de capitales, se alzan los impuestos y se destruye el sistema de salud privado. Solo destacan tímidos esfuerzos para disminuir la permisología. Por eso, para disminuir la crispación y los prejuicios, como pide La Moneda, el gobierno debe abandonar el manual de Sebastián Depolo, actual embajador en Brasil, de “meterle inestabilidad al país”. Solo así nacerán las confianzas con el mundo empresarial.

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