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Productividad en el sector público de salud

El Libero

La Comisión Nacional de la Productividad nos informó la mala noticia de que el crecimiento de la Productividad en el país sería el año 2019 cercana a cero, o incluso hasta -0,3%, a causa del llamado estallido social, dado que hasta septiembre la proyección era superar el incremento de 1,6% logrado el 2018. El país necesita aumentar la productividad para que los chilenos accedan a un mayor bienestar.

El descontento mostrado por amplios sectores del país apunta a muchas razones, pero es innegable que una de ellas está relacionada con la precariedad de las familias chilenas para enfrentar temas que afectan sustancialmente su calidad de vida, como por ejemplo la salud. Recordemos que prácticamente el 80% de los chilenos accede al seguro público de salud, donde el prestador preferente es el Estado y sólo una minoría tiene acceso a la libre elección.

La Comisión Nacional de Productividad realizó un estudio sobre Uso Eficiente de Quirófanos, para lo cual contó con una base de datos de 80.000 cirugías, realizadas en cerca de veinte de los sesenta y dos hospitales de alta complejidad del sistema público de salud. También estudió la Gestión de Listas de Espera No-Auge. De allí surgen una serie de ineficiencias que se pueden resolver simplemente con mejor gestión y sin necesidad de contar con más recursos.

Por ejemplo, en nuestro país, pese a que la jornada habitual de los trabajadores de la salud es de 9 horas, entre las 8.00 y las 17:00, la última cirugía del día se realiza en promedio a las 15:18 horas. Vale decir poco después de las 15 horas los pabellones, infraestructura de gran costo, permanecen desocupados. El dato comparable en Gran Bretaña es que la última cirugía es a las 17:25 horas. En nuestro sistema público no se usan los dobles turnos, de manera que a la hora de colación un gran número de hospitales dejan los pabellones vacíos. Sabemos que en el sector privado éstos se ocupan a toda hora e incluso sábados y domingos en muchos casos.

Otro ejemplo comparativo analizado fue el de colecistectomías, cirugías de vesícula. En la red de salud United, en los Estados Unidos, esta cirugía está calificada como ambulatoria, de manera que la abrumadora cantidad de los pacientes no requieren días camas de hospitalización. En nuestro sistema público en cambio se midieron los días camas luego de esta operación, para concluir que fluctuaban entre 1,7 días y más de 13 días. De nuevo el costo directo y de oportunidad de estos días camas es inmenso, sin que exista una razón sanitaria para incurrir en ellos. La ineficiencia acá tiene que ver con los incentivos. Una buena parte de los recursos que reciben los hospitales en el sector público de salud chilena está asociada a los días camas. Si bien FONASA ha empezado la entrega de recursos según GRD, grupos asociados a diagnósticos donde se paga por la solución de un problema de salud y no por los insumos utilizados en ello, esto es aún incipiente y la buena noticia es que la última ley de presupuesto ya incluye ítem presupuestarios según este criterio.

También se detectaron una serie de situaciones que significan conflictos de interés como la participación de sociedades médicas que distorsionan el uso más conveniente de los recursos disponibles, privilegiando el beneficio privado y no el del hospital.

El informe de la Comisión Nacional de Productividad incluye varias recomendaciones para mejorar la gestión en los pabellones y reducir las listas de espera. Entre ellas cabe destacar: 1) Introducción de dobles turnos; 2) entrada secuencial de equipos a pabellones; 3) participación de becarios en los equipos médicos; 4) gestión del proceso peri operatorio; 5) promover vía tarifas la atención ambulatoria; 6) estandarización de registros para priorizar según riesgo sanitario; y 7) modificaciones a condiciones de altos directivos públicos, mejorando por ejemplo las remuneraciones de Directores no-médicos.

Es mucho lo que se puede avanzar en mejoras en la gestión de los prestadores del sistema público de salud. Sin embargo, estas recomendaciones de la Comisión Nacional de Productividad se topan muchas veces con intereses, habitualmente ligados a trabajadores de la salud, que hacen muy difícil avanzar en favor de una mejor atención a los pacientes. Este es un tema país: la mejor atención de salud del 80% de los chilenos pasa por una modernización del Estado que debe ser apoyada transversalmente; de lo contrario una gran mayoría tendrá que seguir esperando.

 

Columna de Luis Larraín, Director Ejecutivo de Libertad y Desarrollo, publicada en El Libero.-

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