A medida que las cifras sanitarias y económicas están mejorando, se hace cada vez más evidente que es necesario redireccionar las ayudas sociales generadas producto la pandemia y eliminar la universalidad del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Hace una semana fue anunciada su extensión para los meses de octubre y noviembre. Se debe tener en cuenta que cada mes de este beneficio tiene un costo de US $3.200 millones o el 1% del PIB de nuestra economía.
A continuación, se presentan algunos costos alternativos y en qué podría ser utilizado.
Tal como evidencia el Cuadro anterior, el costo alternativo es altísimo y es necesario avanzar en un mayor retiro de estas ayudas para que los recursos sean utilizados de forma correcta en los hogares que realmente lo necesitan y en medidas que beneficien el desarrollo del país.