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Inviabilidad de un sistema único de salud

Recientemente, se han planteado propuestas que pretenden una reingeniería al sistema de salud chileno. Con el fin de aunar todas las fuentes de financiamiento, algunos proponen juntar a los sistemas público y privado en un sistema de seguro único nacional de salud. Otros proponen crear un fondo de compensación de riesgo que incluya tanto a usuarios de FONASA como de las Isapres.

Estas propuestas parten de un enfoque equivocado que supone que los problemas del sector público de salud se deben principalmente a una falta de recursos que se solucionaría al agrupar a todos en un sistema único. Pero hoy los recursos per cápita disponibles para atenciones de salud en ambos sistemas son similares (Gráfico Nº 1). En los últimos años, el ratio de gasto per cápita para atenciones médicas Isapre/FONASA se ha estrechado sostenidamente, pasando de 3 en la década de los 90, a 2 a inicios del 2000, para ubicarse en la actualidad cerca de 1[i].

"Es decir, ha existido durante estas dos décadas un aumento sistemático e importante de los recursos que se gastan en el sistema público de salud, sin que ello se haya traducido en un mejoramiento de las prestaciones que reciben sus afiliados. Sin modernizar la gestión en el sector público, es imposible que éste, aún con los mismos recursos per cápita que el sector privado, otorgue similares beneficios en tiempos de espera, calidad y oportunidad de la atención", asegura Alejandra Palma, Economista Senior de Libertad y Desarrollo.

Dentro de los problemas del sector público destacan: inercia de presupuestos históricos, problemas de infraestructura, la centralización de las decisiones que provoca que no haya incentivos suficientes en las unidades ejecutoras para administrar bien los recursos, políticas de recursos humanos obsoletas que no premian el mérito ni el buen desempeño, administradores con bajas atribuciones, fuertes gremios de salud, ausentismo laboral y uso desproporcionado de licencias médicas[ii].

Una clara muestra de ineficiencia es que los funcionarios de los establecimientos de salud estatales se ausentaron por enfermedad 23,7 días en 2017, duplicando la media nacional. A noviembre de 2018, las listas de espera para cirugías No GES (Garantías Explícitas en Salud) pendientes en el sistema público alcanzaron a 255.202, de las cuales el 42% llevaba en espera más de un año[iii].

"Agrupar el sistema público y el privado en un sistema único de salud es inviable e innecesario. Lo que ocurrirá es que los afiliados al sistema Isapre tendrán un empeoramiento sustantivo de las prestaciones a que pueden acceder, sin que ello redunde en mejores prestaciones para los asegurados públicos, porque se volverá a repetir la historia de aumento importante de recursos en el sistema público que no se traduce en mejor atención", dice Palma.


[i] Caviedes, R. 2019, por publicar.

[ii] Asociación de Isapres de Chile. Mayo 2018. “Comentarios a la Propuesta de Reforma Integral al Financiamiento de Salud realizada por la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y el Colegio Médico”.

[iii] La Tercera, 14 de enero de 2019, “El 42% de pacientes Fonasa inscritos para cirugía debe esperar al menos un año”.

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