En el contexto de un año electoral y a meses de un cambio de gobierno, es de suma relevancia considerar las condiciones en que la próxima administración recibirá el país en materia de balance fiscal, marcado por un alto déficit y una deuda creciente, lo que sumado a un bajo crecimiento arriesga incluso una baja en la calificación de riesgo soberano.
Así, un escenario sin holguras fiscales, como el que enfrentará el próximo gobierno, lo hará verse obligado a controlar el gasto.
En este contexto, son 8 los ejes que para Libertad y Desarrollo deberían estar presentes en la discusión del Presupuesto 2018, el que cabe recordar, será discutido en pleno periodo de elecciones.
El aumento de gasto comprometido no es compatible con la meta de reducción del déficit fiscal autoimpuesto por el gobierno. Nunca antes se vio un traspaso con holguras negativas. Así, el cuadro fiscal que heredará el próximo gobierno es altamente complejo. Con esto en mente, Libertad y Desarrollo sugiere revisar con detención las estimaciones de los supuestos con los que se construirá el presupuesto 2018 y exigir la debida reducción de gastos.
Tradicionalmente, los gobiernos dejan al siguiente que asume un fondo que se le ha llamado de “libre disposición”. Este corresponde a una asignación en las Operaciones Complementarias de la Partida del Tesoro Público, que ha estado en torno al 0,7% del presupuesto anual en promedio de los traspasos anteriores. Para LyD es necesario evaluar cómo se define, es decir, si se hará en montos absolutos, como % del PIB o como % del aumento de gasto, siendo este último quizás el más aconsejable para el centro de estudios, considerando un marco de estrechez. Pero sin duda es recomendable que se consideren estos recursos.
Es posible que se tienda a incrementar la velocidad de ejecución del gasto durante el primer trimestre del año de cambio de administración (2018), dejando una menor capacidad de gasto a la administración que asuma a mediados de marzo.
A ello se suma el problema del gasto devengado y comprometido, esto es, gastos del presente año presupuestario, pero que se ejecutan al siguiente, con cargo al nuevo presupuesto y por ello a la nueva administración. Es por esto que otra de las alertas que prenderá LyD es justamente evitar que ello ocurra, eventualmente proponiendo un compromiso en esta materia.
Para LyD es recomendable revisar las dotaciones de personal en la discusión del presupuesto público de este año.
En especial, LyD considera necesario poner atención durante el presente año, en la apertura de concursos que tengan por objeto proveer cargos en la planta de los servicios que llevan tiempo vacantes, con el solo objeto de dejar funcionarios incorporados irreversiblemente en ella.
Adicionalmente, como en diciembre de cada año se renuevan las contrataciones de los llamados funcionarios a contrata, LyD propone revisar que no existan incrementos adicionales vía Ley de Presupuestos, y que en caso de presentarse, estos se encuentren justificados. Cabe recordar que en los últimos años se ha observado un aumento sostenido en el número de personas a contrata y un alza de sus remuneraciones por sobre las del sector privado.
En tercer lugar, actualmente el Gobierno está llevando a cabo un plan de traspaso de honorarios a contrata, por lo que para el centro de estudios resulta necesario fiscalizar su cumplimiento, el costo fiscal y, por sobre todo, que el aumento de la dotación a contrata esté estrictamente sujeta a una rebaja en la contratación de personal a honorarios. El traspaso debe considerar reducción en número y en recursos contemplados para esta modalidad de contratación.
La Provisión para Financiamientos Comprometidos es una asignación en el Tesoro Público que contiene los recursos para poner en e
jecución los gastos de todos aquellos proyectos de ley en trámite y cuyo monto está señalado en los informes financieros que los acompañan a su ingreso.
Es una preocupación para Libertad y Desarrollo que todos los proyectos de ley que se encuentran en trámite en el Congreso tengan efectivamente respaldo financiero. Para ello, LyD pondrá una luz de alerta sobre los informes que emanan de la DIPRES, pues esta asignación no se encuentra abierta en el presupuesto y no es posible conocer su detalle.
Es necesario, como siempre se ha hecho en Libertad y Desarrollo, revisar las evaluaciones de programas y en especial aquellos que han sido mal evaluados. En el caso de los sociales, aquellos que evalúa el Ministerio de Desarrollo Social y los programas gubernamentales que evalúa la DIPRES. Un desafío en este aspecto es mejorar las evaluaciones y seguimiento a los programas.
Existen gastos reservados en 11 servicios y pese a que representan un mínimo del gasto global del presupuesto, para LyD es importante analizar qué porcentaje del gasto total del servicio se rinde en forma reservada y avanzar en medidas de mayor transparencia.
En educación superior, LyD considera necesario fiscalizar cómo se dejarán comprometidos recursos en el presupuesto. Hay holguras negativas que hablan de una regla estructural que no se está cumpliendo y que podría agravarse con una regla de indexación del gasto en educación. Al efecto, cabe recordar que el compromiso de gratuidad está asociado al crecimiento del PIB.
Un tema relevante es no utilizar las glosas presupuestarias como mecanismo para implementar políticas públicas. Estas requieren de una ley especial y permanente, que se discuta en un trámite legislativo concreto y no a través de este mecanismo. “Ello denota una mala gestión de esta administración que no se debe repetir y no debe ocurrir con la implementación de otras políticas públicas”, alertan en el centro de estudios.
En salud, LyD se preocupará de que se evite que quede un gran déficit pendiente. La deuda hospitalaria se ha visto fuertemente incrementada durante el presente periodo de gobierno y es un tema que éste debe dejar resuelto.
