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IMPUESTO AL TRABAJO DE 5%: EFECTO EN LA CLASE MEDIA

  • Ejercicio realizado por Libertad y Desarrollo permite dar cuenta de los efectos que tendría en la clase media el anuncio del gobierno de crear un Fondo Solidario con 5 puntos adicionales de cotización previsional.
  • El mayor aporte que propone el gobierno haría que 4 de cada 10 trabajadores asalariados no vean incrementadas sus pensiones futuras, pero si vean su situación laboral deteriorada.
  • Anualmente, este grupo de trabajadores podría perder hasta el 60% de su poder adquisitivo de un mes, sin obtener ningún beneficio a cambio.

Tras el anuncio del gobierno en materia de cambios al sistema de pensiones, Libertad y Desarrollo realizó un ejercicio de los efectos que traería para la clase media el anuncio del gobierno de crear un Fondo Solidario con 5 puntos adicionales de cotización previsional a cargo de su empleador[i]. Para estos efectos, y en ausencia de más antecedentes, asumiremos que el universo de beneficiarios serían quienes podrían acceder al pilar solidario, esto es el 60% de los grupos familiares más pobres. Los resultados dan cuenta de:

  • El efecto de una cotización de parte del empleador es el propio de un impuesto, generando una brecha entre lo que paga el empleador por sus servicios y lo que recibe el trabajador. Como los recursos van a un fondo que no le beneficia en forma nítida, tiene escasa o nula valoración.
  • Suponiendo que el beneficio se entrega bajo las reglas actuales del Pilar Solidario, en 4 de cada 10 casos (2,2 millones de trabajadores) el empleador aportará a un Fondo Solidario para mejorar las pensiones sin que el trabajador por el cual se cotiza reciba beneficio futuro alguno. En otras palabras, el mayor aporte que propone el gobierno haría que 4 de cada 10 trabajadores asalariados no vean incrementadas sus pensiones futuras, pero si vean su situación laboral deteriorada.
  • Como el sueldo líquido va a ajustarse a la baja, en el largo plazo, esos 4 de cada 10 trabajadores perderán mensualmente hasta 5% de su poder adquisitivo, sin obtener ningún beneficio a cambio. Quienes se ven más perjudicados, esto es quienes no verán aumentada su pensión, serían precisamente las personas de clase media con un mejor comportamiento de ahorro, es decir aquellas personas que a través de su esfuerzo logren imponer por un mayor tiempo. Algunos ejemplos:
  • Esto significa que para una persona con una remuneración mensual imponible de $600.000 se destinará anualmente $360.000 a un Fondo Solidario por el cual no recibirá ningún beneficio, si su tasa de remplazo (por su buen comportamiento previsional) supera el 50%, pues quedaría fuera del Pilar Solidario.
  • Incluso una persona con una remuneración imponible de $500.000 también podría terminar destinando anualmente $300.000 a un Fondo Solidario por el cual no recibirá ningún beneficio, si su tasa de remplazo (por su buen comportamiento previsional) supera el 60%, pues quedaría fuera del Pilar Solidario.
  • En el extremo, una persona con una remuneración imponible de $400.000 también podría terminar destinando al año los $240.000 a un Fondo Solidario por el cual no recibirá ningún beneficio, si tasa de remplazo (por un sobresaliente comportamiento previsional y una larga vida laboral) supera el 75%, pues quedaría fuera del Pilar Solidario.

Al año, esto podría equivaler a más de medio sueldo mensual que el trabajador no recibiría ni como remuneración ni en su vejez como mayor pensión. Sin duda un desincentivo a la formalidad y la cotización.

  • Ellos no son necesariamente los cotizantes más ricos. 50% de los 2,2 millones de trabajadores señalados tiene hoy un sueldo bruto entre $ 600.000 y $ 1.000.000 (sueldos líquidos entre $ 480.000 y $ 800.000). Y de hecho, debido a que existe un tope imponible –el que eventualmente se ampliaría en un 50%- , mientras mayor el sueldo de la persona menor el porcentaje del nuevo impuesto al trabajo que afecta a su salario:

5% impuesto al trabjo

  • Si dicho aporte se destinara a las cuentas de ahorro individual, al menos este aporte permitiría aumentar las pensiones futuras en 50% en el caso de quienes coticen esa mayor tasa durante toda su vida laboral.
  • En el corto plazo, los empleadores podrían ajustar el mayor costo que dicho 5% implicaría mediante despidos o menor contratación:
    • Por ejemplo, una PYME tiene 20 trabajadores cada uno con una renta bruta de $625.000, incurre en un costo por remuneraciones mensual de $12.500.000. 5% adicional subiría el costo en remuneraciones a $13.125.000, justo $625.000 o el valor en remuneraciones brutas de un trabajador previo al aumento. Si despidiera a un trabajador su costo en remuneraciones sería de $12.468.750.

[i] Supuestos utilizados:

Se consideró a actuales cotizantes con sueldo imponible igual o superior a $600.000 (sueldo líquido mayor o igual a $500.000). Lo anterior de tal modo de incluir sólo cotizantes que en el futuro no recibirían Aporte Previsional Solidario. Esto equivale a cerca de 2,2 millones de cotizantes, 42% del total. A su vez, la mitad de éstos tiene un sueldo bruto inferior a $1 millón (sueldo líquido menor a $800 mil)

  • Cabe destacar que el APS lo reciben todos los mayores de 65 años que, perteneciendo al 60% más pobre, tienen una pensión autofinanciada inferior a la Pensión Máxima con Aporte Solidaria, la cual hoy es de $304.062.
  • Por ende, el ejercicio incluye sólo a cotizantes que obtendrían a futuro una pensión mayor a la PMAS, suponiendo (conservadoramente) una tasa de reemplazo cercana a 50%.

 

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