1) EL PROYECTO MANTIENE EL MODELO DE SUPERINTENDENCIA EN QUE CONVERGEN LA FISCALIZACIÓN Y SANCIÓN EN UN MISMO ORGANISMO. Se trata de un modelo que ya ha sido superado por el derecho comparado y los organismos internacionales. Incluso en nuestro país se ha avanzado hacia modelos de agencia más modernos, en primer lugar, en la justicia tributaria, ambiental y de libre competencia entre otras, que cuentan con tribunales especializados así como con el proyecto de ley sobre Comisión de Valores que propone crear una agencia haciéndose cargo de falencias tales como falta de objetividad y contrapesos suficientes, y respeto por las garantías procesales y evaluación del impacto regulatorio.
2) FALTA DE COORDINACIÓN: EL PROYECTO NO PROMUEVE EL NECESARIO DIÁLOGO REGULATORIO TANTO CON LA FNE COMO CON EL RESTO DE LOS FISCALIZADORES DE MERCADOS REGULADOS. Ello afectaría la armonía regulatoria y la certeza jurídica, aumentándose así la judicialización y pudiendo incluso llegar a amenazar el correcto funcionamiento de los mercados regulados. De hecho, ni siquiera se contempla como exigencia mínima que las agencias sectoriales visen aquellas normativas dictadas por el SERNAC que afecte a consumidores de los respectivos mercados regulados.
3) FACULTADES EXCESIVAS. Algunas facultades parecen excesivas como es el caso, por ejemplo, del ingreso a inmuebles con auxilio de la fuerza pública y la de ordenar la devolución de cantidades pagadas en exceso o el reintegro de cobros con infracción a la ley, con reajustes e interés.
4) SANCIONES EXCESIVAS. Lo anteriormente señalado va de la mano con el aumento de las sanciones, en algunos casos hasta en un 1.000% lo que parece excesivo, además de establecer que éstas se computarán por consumidor afectado. Además, el proyecto de ley no incorpora ningún esquema de sustitución de multas cuando se trate de micro y pequeñas empresas. Lo anterior permitiría fortalecer la aplicación de una regulación orientadora y menos punitiva, especialmente en empresas de menor tamaño, y lo más grave es que se llega al exceso de hacer solidariamente responsable a personas naturales del pago éstas. Al aumento de multas se suma la inclusión del daño moral y daño punitivo para la determinación de indemnizaciones, lo que puede significar la quiebra de una empresa.
5) PÉRDIDA DE ESENCIA DEL SERNAC. A su vez y lo más importante, es que con la entrega de estas nuevas facultades, se pierde la esencia del SERNAC, que es ser una agencia dedicada a velar por los derechos del consumidor. El SERNAC no debe ser imparcial sino que parte interesada en la defensa de los consumidores, concepto contrario a normar, fiscalizar y sancionar que requiere equidistancia entre proveedor y consumidor.
6) ENCARECIMIENTO DE LA PERSECUCIÓN. Pasar de los actuales Juzgados de Policía Local a los Tribunales Ordinarios de Justicia se estima que sólo encarecerá la persecución de la indemnización de perjuicios por parte de los consumidores, desincentivando aún más su persecución.
