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RESULTADOS PRUEBA INICIA 2011: VOZ DE ALERTA

Ayer se dieron a conocer los resultados de la Prueba INICIA 2011, que fue rendida a fines del año pasado voluntariamente por los egresados de programas de Pedagogía, invitados a participar por el Ministerio de Educación.

María Paz Arzola, investigadora del Programa Social de LyD, destaca que antes de entrar en los resultados, cabe mencionar que al ser ésta una prueba voluntaria se podría inferir  que quienes dan la prueba son aquéllos que esperan obtener mejores resultados, y que por el contrario, los egresados que optan por no rendirla, son aquéllos que prevén un resultado insatisfactorio. Como consecuencia, los resultados no serían representativos de los egresados a nivel nacional; por el contrario, es posible que si la evaluación fuese censal, los resultados fuesen más negativos. No obstante, es importante que existan iniciativas de este tipo ya que permiten orientar mejor a los futuros estudiantes de pedagogía respecto de las mejores opciones para ellos.

En segundo lugar, según la evidencia, no existe una prueba capaz de medir cuáles son las habilidades que tiene un buen profesor en la sala de clases. En este sentido, una prueba como la INICIA constituye un primer filtro, pues mide si los egresados tienen al menos los conocimientos disciplinarios y pedagógicos requeridos para enseñar, y a partir de ahí, el tener las habilidades para desempeñarse en la sala de clases pasan a ser relevantes.

En la prueba de conocimientos pedagógicos para los egresados de Pedagogía en Educación Básica, el 50% logra resultados aceptables, mientras que el 42% obtiene un nivel insuficiente. En la prueba de conocimientos disciplinarios (que evalúa las áreas de Lenguaje y Comunicación, Matemáticas, Historia, Geografía y Ciencias Sociales, y Ciencias Naturales) el 69% de los evaluados queda en nivel insuficiente, el 29% califica con nivel aceptable y sólo el 2% como sobresaliente.

En la prueba de conocimientos disciplinarios en Educación Parvularia, el promedio de respuestas correctas es del 44%, mientras que en la prueba de conocimientos pedagógicos, el porcentaje de respuestas correctas alcanza el 58%. En la prueba de comunicación escrita, que evalúa ortografía, vocabulario, cohesión de texto, presentación de tesis y argumentación, el 31% de evaluados en Educación Parvularia y el 41% de evaluados en Educación Básica obtiene un nivel adecuado. Dicho de otra forma, el 69% de los egresados de Educación Parvularia y el 59% de los egresados de Educación Básica que se someten a evaluación no logra un nivel de conocimientos adecuado. Cifras preocupantes si pensamos que serán quienes enseñen a hablar  y luego a escribir a los niños de nuestro país.

Por último, el Ministerio calcula la correlación simple entre puntaje promedio PSU de la institución y el resultado en la prueba de conocimientos disciplinarios, obteniendo una relación positiva. Esto quiere decir que las instituciones que reciben alumnos con mejores puntajes son también las que logran mejores resultados en la prueba INICIA, y por el otro lado, las que reciben a los alumnos con más bajos puntajes son las que obtienen un peor resultado en INICIA. Si bien no se está controlando por características de los alumnos de cada institución, esta relación permite inferir que, tal como dijera el Ministro Harald Beyer, las instituciones formadoras no están cumpliendo bien su rol. El valor agregado que están añadiendo a sus estudiantes no ha sido suficiente, y deben tomar las medidas que sean necesarias para conseguir que sus egresados tengan las competencias mínimas para trabajar en una sala de clases.

En este sentido, es clave recordar que el proyecto de Carrera Docente en discusión propone que exista una prueba similar a INICIA para habilitar a los egresados de Pedagogía que quieran ingresar al sistema público. Si queremos mejorar la calidad de la educación, no podemos permitir que profesores que no manejan los contenidos mínimos, sean los que estén a cargo. Sin embargo, falta que las instituciones formadoras se comprometan con sus estudiantes, y realmente se hagan cargo de su formación.

Por otro lado, este mismo proyecto plantea un importante aumento de las remuneraciones a los docentes. Ésta puede ser una forma de atraer mejores profesionales a la educación, pero no sólo eso: primero hay que asegurarse de que los cuenten con las competencias y con un desempeño que los hagan merecedores del mayor sueldo.

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