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CHILE: APERTURA ECONÓMICA Y POSICIÓN EN RANKINGS INTERNACIONALES

La  economía chilena es una economía emergente, pequeña y abierta,  sujeta a comparaciones en distintos ámbitos con otras economías en proceso de internacionalización o internacionalizadas.

Francisco Garcés, Director del Centro de Economía Internacional de LyD, analiza los principales rankings internacionales como un espejo en que se mira la economía en relación a otras y además, muestra virtudes o deficiencias relativas.

El grado de apertura económica y el desarrollo institucional son activos importantes en el avance logrado y un activo para el  futuro, pero queda bastante por hacer en ambas dimensiones.

Una mirada al conjunto de rankings  en que participa la economía chilena  nos indica:

1.            Chile está muy bien en el ámbito regional latinoamericano, destacando en primeras posiciones.  Pero se percibe también que economías como las de Perú, Colombia y Brasil avanzan rápidamente tornándose atractivas  y competitivas en el plano comercial,  financiero y de las inversiones.

2.            En el contexto más heterogéneo de Asia Pacífico, la comparación se torna algo menos favorable que en el caso anterior y la competitividad regional es bastante más intensa y dinámica.  Si la economía chilena tiene por objetivo mantenerse competitiva y viable, en términos relativos tendrá que hacer mayores y continuos esfuerzos en cuanto a reformas estructurales y cambios institucionales mientras mantiene los altos estándares alcanzados en cuanto a políticas públicas macroeconómicas.

3.            Ahora bien,  en la tercera jerarquía  de comparaciones o rankings como es la OCDE,  constituida por las economías de mayor nivel,  la situación comparativa de la economía chilena es aún menos favorable,  porque está compitiendo con países desarrollados, con economías más complejas, globalizadas y de alta eficiencia. Para avanzar relativamente en esta categoría o conjunto de economías más ricas, Chile debe profundizar el cambio estructural y también el institucional, hacer un gran esfuerzo en el sector educacional, donde está rezagada, y continuar el desarrollo financiero a mayor velocidad, así como también abrirse más en el marco global.  La meta de las actuales autoridades económicas  es alcanzar el nivel de economía desarrollada antes de que termine la presente década, lo que implica un enorme esfuerzo de perseverancia y coherencia en las políticas públicas y en la transformación de la economía.

Observando como ejemplo muy relevante  el  informe de competitividad del Foro Económico Mundial, que mide la capacidad de una economía para incrementar su productividad, Chile lidera dentro de la región en el puesto 31.  Sin embargo, debido a las relaciones comerciales y los mercados donde tiene participación Chile, el foco debe centrarse en economías del Asia, en donde destaca el fuerte avance de China al puesto 26, superando a Chile por un amplio margen. En estos términos, China ha surgido con una gran industria, con servicios cada vez más eficientes, mientras que en Chile se han fortalecido las exportaciones de productos primarios, produciéndose una creciente dependencia de esa economía vía exportación e importación.  Cabe señalar, sin embargo, que estos productos primarios pueden ser bastantes sofisticados y contener valor agregado.

Esta situación se da con inversiones provenientes de numerosos destinos, por lo que es necesario avanzar en reformas que subsanen problemas burocráticos y de mercado, como por ejemplo,  mejorar la rigidez del mercado laboral.  En este sentido, el ranking Doing Business mide principalmente el avance en la facilidad para hacer negocios y en su versión 2012, Chile se ubica en el puesto número 39, con un avance de dos lugares respecto a la versión anterior.  Sin embargo,  está lejos de la media de los países de la OCDE que se encuentra en el puesto 31, y al comparar con los países del Asia Pacifico podemos ver un bloque  de ellos con un gran avance ubicados en las tres primeras posiciones. Estos países son Singapur, Hong Kong y Nueva Zelanda.  Otras economías que han mostrado un gran avance respecto de la versión del 2011 del índice son Corea del Sur y Malasia, principalmente impulsados por su gran fuerza laboral. Mientras Chile posee sólo 8 millones de trabajadores, las economías asiáticas superan ampliamente ese número.

Sin embargo, existe una mejora de la posición de Chile en la última versión del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage, donde se ubico otra vez dentro de los primeros 10 puestos, esta vez en el séptimo lugar. Este índice mide el estado de derecho, la intervención del gobierno, la eficiencia regulatoria y la apertura de los mercados, por lo que es un signo que muestra un avance en el estímulo a la actividad empresarial.  Los logros se enfocaron principalmente en derechos de propiedad, libertad monetaria y combate a la corrupción. En este último punto,  Chile destaca en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional en el puesto 22 por segundo año consecutivo y en mejor posición que países de la región y que varios países asiáticos.

En síntesis a nuestra economía le queda un camino largo y empinado por recorrer y el derrotero para Chile está marcado por numerosas experiencias exitosas y válidas para nuestra economía como son  Nueva Zelandia, Australia, Singapur y Hong Kong.  Una iniciativa prioritaria en este contexto es el “Impulso a la Competitividad”, que tiene máxima significación desde el punto de vista económico nacional e internacional.

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