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IMPACTO DE LA REDUCCIÓN DE TASA DE INTERÉS DEL CRÉDITO CON AVAL DEL ESTADO (CAE)

La Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto que busca rebajar al 2% la tasa de interés del Crédito con Aval del Estado, por lo cual Libertad y Desarrollo analiza a continuación la iniciativa.

El Crédito con Aval del Estado hasta ahora.

El Crédito con Aval del Estado se otorga a los estudiantes que necesitan financiar sus estudios de Educación Superior. Un banco que presta dinero a una persona, debe tener cierta seguridad de que le responderán por el pago de la deuda; en la medida que una persona tenga antecedentes que le otorguen una menor probabilidad de pago, será menos propensa a recibir un crédito. Un estudiante que aún no posee una profesión que le asegure una fuente de ingreso futuro, es por lo tanto más riesgoso, y de aquí la necesidad de que el Estado intervenga como aval para que le puedan otorgar los préstamos. El Estado como aval está depositando su confianza en que quienes piden el dinero para estudiar en la Educación Superior terminarán su carrera de manera exitosa y lograrán con ello un ingreso que les permitirá devolver el dinero que se les ha prestado.

El CAE es un crédito otorgado por el sistema financiero, y administrado por la comisión Ingresa, institución pública que asigna el beneficio por orden socioeconómico. El alumno puede pedir el monto que necesite e ir modificando ese valor cada año, de acuerdo a sus requerimientos, con un mínimo de $ 200.000 anuales y un máximo equivalente al 100% del arancel de referencia de la carrera. El crédito se expresa en UF y tiene tres plazos de pago: 10, 15 y 20 años, dependiendo del monto adeudado. La tasa de interés se determina por la mejor oferta –la más barata (la menor tasa)- propuesta por los bancos postulantes en una licitación; en la tabla N°1 se muestra la evolución de las tasas de interés promedio anuales. No hay obligación de pago mientras se estudia, sino hasta 18 meses después de egresar. La devolución de la deuda consiste en cuotas iguales calculadas a partir del monto acumulado. Además, en caso de cesantía, o si la cuota representa más de la mitad del ingreso, el pago puede ser suspendido por un año.

Tabla N°1. Tasas de interés promedio CAE, según plazo de pago.

Año Tasa de Interés Promedio
a 10 años a 15-20 años
2006 5,74%
2007 5,50%
2008 5,57%
2009 5,08% 5,59%
2010 5,13% 5,66%
2011 5,00% 5,20%

Fuente: www.ingresa.cl, Informe CAE Banco Mundial (marzo 2011).

La exigencia mínima para optar al CAE en caso de alumnos que ingresan por primera vez a la Educación Superior, es obtener un puntaje promedio PSU (Lenguaje y Matemáticas) de 475 puntos si ingresa a una carrea universitaria, y los mismos 475 puntos o bien un promedio de enseñanza media de 5,3 si ingresa a una carrera técnico profesional. En caso de alumnos que ya están cursando una carrera, el requisito para poder postular al CAE es haber aprobado el 70% de los cursos inscritos el último año.

Lo que se aprobó en la Cámara: bajar la tasa del CAE al 2% y tope para las cuotas de 10% del ingreso.

El proyecto de ley recientemente aprobado fija la tasa del CAE en un 2%, tanto para los futuros estudiantes como para los 365 mil que pidieron el crédito en el pasado. Esto se logrará incluyendo más participantes en la licitación, de tal forma que se llegue a tasas más bajas, y la diferencia entre la tasa de interés fijada finalmente por las instituciones financieras y el 2%, será subsidiada por el Estado. Así, un estudiante que pida su crédito, lo hará incondicionalmente a una tasa del 2%.

Adicionalmente, se fija una cuota máxima a pagar, equivalente al 10% del ingreso. Esto tiene como fin mantener la carga futura bajo un techo razonable, y considera además la posibilidad de que un egresado no tenga el éxito deseado y por lo tanto no deba pagar el costo de una carrera que finalmente no le reportó los beneficios esperados.

Sin duda, estos cambios benefician a los jóvenes que quieren estudiar en educación superior, que tienen méritos, pero que no cuentan con los recursos. El CAE va dirigido especialmente a los estudiantes de instituciones que no forman parte del CRUCH, y las modificaciones pondrán fin a la discriminación que existía para aquéllos que escogían instituciones no tradicionales.

El impacto de bajar la tasa al 2%: distintos casos

Existía la preocupación de que el CAE constituyera una carga futura desproporcionada que no podría ser abordada. Al respecto, cabe señalar que quien pide este crédito, al igual que quien pide un crédito hipotecario o de consumo, tiene el deber de informarse y evaluar la conveniencia de tomarlo, considerando el costo de las cuotas futuras, versus el beneficio de poseer un título universitario o profesional (expresado normalmente como un aumento en su ingreso del trabajo).

A continuación se estima el tamaño de la carga que significa en el futuro pagar las cuotas de devolución del CAE, como porcentaje del ingreso esperado de un egresado promedio de algunas carreras. Se compara la disminución de la carga al bajar la tasa de interés del CAE desde un 5,2%, para un plazo de 15 ó 20 años, ó 5%, para un plazo de 10 años, hasta el 2%[1]:

  1. Un estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad de las Américas, que pide un crédito por los 10 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 240 cuotas mensuales de 2,6 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 7% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 6%, y llega al 3% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 11%, 10% y 6% respectivamente.
  2. Un estudiante de Pedagogía de la Universidad Central, que pide un crédito por los 10 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 240 cuotas mensuales de 1,85 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 14% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 13%, y llega al 10% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. En este caso, sin embargo, aplicaría el límite de un 10% del ingreso. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 20%, 19% y 15% respectivamente.
  3. Un estudiante de Derecho de la Universidad Diego Portales, que pide un crédito por los 10 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 240 cuotas mensuales de 2,82 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 8% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 6%, y llega al 3% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 13%, 9% y 5% respectivamente.
  4. Un estudiante de Psicología de la Universidad Andrés Bello, que pide un crédito por los 10 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 240 cuotas mensuales de 2,46 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 15% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 10%, y llega al 6% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. En este caso, sin embargo, aplicaría el límite de un 10% del ingreso. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 22%, 15% y 9% respectivamente.
  5. Un estudiante de Técnico en Enfermería del Centro de Formación Técnica INACAP, que pide un crédito por los 4 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 180 cuotas mensuales de 0,8 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 7% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 7%, y llega al 5% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 10%, 9% y 7% respectivamente.
  6. Un estudiante de Contador Auditor del Instituto Profesional INACAP, que pide un crédito por los 8 semestres que se espera dure su carrera a una tasa del 2%, deberá pagar 180 cuotas mensuales de 1,95 UF cada una, a partir de un año y medio después de su egreso. Las 6 primeras cuotas representarán el 7% de su ingreso esperado inicial, porcentaje que al año siguiente cae al 7%, y llega al 5% dado que el ingreso esperado crece con el tiempo. Manteniendo la tasa de interés al 5,2% actual estos porcentajes serían de 9%, 10% y 7% respectivamente.

A partir de los datos encontramos que la deuda producto del CAE resulta ser perfectamente abordable si se compara con el ingreso esperado futuro de cada carrera: la cuota a pagar representa como máximo el 10% del ingreso esperado, llegando incluso al 5% en el caso de carreras técnicas. En este cálculo no se considera la opción de pagar la deuda por adelantado, lo que disminuye la carga aún más. Sin duda el bajar la tasa del CAE desde un 5,2% al 2% permitirá disminuir las cuotas y por lo tanto es una medida que resultará beneficiosa para los estudiantes.

Si la carga en sí no es desproporcionada, entonces el problema del excesivo endeudamiento que han declarado tener algunos estudiantes puede deberse a la deserción anticipada de las carreras y al no pago oportuno de las cuotas, lo que puede traer un aumento de la deuda hasta niveles que dejan de ser abordables. Una solución para evitar que esto ocurra, es que los postulantes se informen sobre sus posibilidades futuras una vez egresados, de las fechas de pago y condiciones del crédito, y que además se mejoren los mecanismos de cobranza, de tal forma que los pagos se hagan de forma oportuna y la deuda no pase a ser una carga insostenible.

Un aspecto adicional, es que el CAE cubre como máximo el arancel de referencia, que en algunos casos se aleja del arancel real, dejando una brecha que el alumno debe costear con un crédito adicional. Sin embargo este endeudamiento adicional no es responsabilidad del CAE, sino de la brecha entre el arancel real y el de referencia. Es innegable que el CAE es una buena herramienta que permite que alumnos que hoy no tienen los recursos puedan estudiar en la Educación Superior, y aquí se ha demostrado que por sus características es perfectamente abordable dado el beneficio futuro esperado de quienes egresan de su carrera. Más aún, la baja de la tasa de interés es una buena noticia.

Esta medida debería complementarse con otras referentes a la fiscalización de las instituciones de Educación Superior y a la transparencia en la definición de los aranceles por parte de las casas de estudio, de tal forma que haya claridad respecto a los montos, sin posibilidad de inflarlos artificialmente. En este sentido, parece una opción razonable, dar cierta responsabilidad a la institución sobre el pago futuro del préstamo, para que, por un lado, tenga incentivos a no subir artificialmente los aranceles, y por otro, a entregar educación de calidad que asegure que el egresado será capaz de pagar su deuda futura.

Fuentes: Elaboración en base a datos de INGRESA (www.ingresa.cl), y del Servicio de Información de Educación Superior, SIES (www.sies.cl).


[1] Para este cálculo se suponen cuotas iguales consistentes tanto en el pago del principal de la deuda como de los intereses, que el alumno pide el crédito equivalente al arancel de referencia para cada uno de los años que dura su carrera, y que no se atrasa en egresar.

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