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LUIS LARRAIN: LA DESIGUALDAD ESTA DADA POR EL POCO ACCESO DE LOS MÁS POBRES AL TRABAJO

A continuación reproducimos la entrevista que la periodista  Patricia Arancibia Clavel realizó al Director Ejecutivo de LyD, Luis Larraín, publicada en el Diario Financiero:

Luis Larraín Arroyo (55), es economista de la Católica y dirige actualmente Libertad y Desarrollo, un think tank de gran influencia que ha logrado mantener su independencia y plantearse críticamente frente a algunas políticas públicas impulsadas por Piñera. Hombre de convicciones, buen comunicador y con llegada directa a La Moneda, nos recibe en la oficina que heredó de Cristián Larroulet, desplegando con claridad y sin tapujos su pensamiento en torno a la reforma tributaria y otros temas de la coyuntura.

- ¿Cómo evalúas la forma en que el gobierno abordó la discusión en el ámbito educacional?

- Creo que en materia de políticas públicas el gobierno ha tenido comportamientos distintos, según los temas. En toda la discusión sobre educación se desempeñó bien y de acuerdo a las expectativas que nosotros teníamos desde el punto de vista de las ideas que sustentamos. El gobierno planteó objetivos propios y por ejemplo, estuvo dispuesto a mejorar sustancialmente los apoyos del Estado a los estudiantes de Educación Superior, reduciendo la brecha de discriminación que existía a favor de las universidades del CRUCH. Y eso lo mantuvo pese a la presión de los estudiantes y de la Concertación.

- Es justamente lo que se le critica…

- A mi juicio, fue la mejor expresión del gobierno de Piñera. Como equipo, Bulnes, Larraín y Larroulet actuaron muy bien y al final, pusieron límites, cedieron en lo que podían ceder, pero en materia de principios no estuvieron dispuestos a sacrificar lo que es la esencia del pensamiento de la centro derecha. Cuando se trata de implementar políticas públicas hay que ser fiel a lo que se cree y no aceptar presiones. Afortunadamente en este caso, ayudó que los planteamientos de los estudiantes como de la oposición eran tan extremos, que buscaban prácticamente destruir la educación privada en Chile. Aquí se demostró el miedo que le tienen los políticos de la Concertación al movimiento estudiantil. Fue una cosa insólita que los tiene paralizados y que explica en parte su baja en el apoyo de la población. Los que actúan con ese miedo no son capaces de hacer algo razonable.

- ¿En qué ámbitos el gobierno se ha dejado seducir por planteamientos que no coinciden con sus ideas fuerza?

- Un buen ejemplo es el del subsidio maternal, el post natal. Allí el gobierno fue más allá de lo que estaba en su programa y lo que más me preocupa es que además intentó justificar la medida diciendo que era bueno para el país. Escuché expresiones -que me parecieron increíbles viniendo de este gobierno- como decir que los beneficios de un post natal de seis meses para la madre y el hijo son infinitos y, por lo tanto, pese a que tiene costos en materia de empleabilidad de la mujer, igual había que hacerlo. Esa no es una manera seria de argumentar y abordar las políticas públicas. Es un hecho que el beneficio maternal con todo lo positivo que pueda tener para la madre y los niños, afecta la empleabilidad en las mujeres y eso trae consecuencias.

- Bueno, el gobierno se ha dejado llevar por las encuestas en busca de popularidad…

- En política hay una tentación permanente de buscar el favor del público pero un buen político no debe contentarse sólo con eso, sino cumplir también su rol de liderazgo, de tratar de convencer a la gente que sus ideas son las mejores. Un político desprovisto de ideas no es nunca un gran político, está siguiendo a una mayoría circunstancial. Esa tentación se acrecienta en un gobierno cuando la popularidad es baja porque pierde poder real, sobre todo entre sus partidarios. Los parlamentarios empiezan a actuar por su cuenta, se convierten en díscolos y ese es un fenómeno peligroso. El gobierno debe cuidarse de eso y para ello debe ser muy claro en decir y defender lo que piensa. Creo que hace falta mayor discusión de políticas públicas basadas en ideas, en principios, al interior de los partidos de centro derecha.

- En ese plano, ¿cuál es tu posición frente a la necesidad de llevar a cabo una reforma tributaria? No estaba en el programa de gobierno…

- Efectivamente no está en el programa ni dentro de las cosas que Piñera le prometió al país. Mi posición es clara: no la veo necesaria y creo que el enfoque que está tomando la discusión es engañoso hacia la opinión pública. Se está haciendo creer a la gente que una reforma tributaria va a resolver los problemas de desigualdad y eso es mentira. Al revés, creo que incluso los puede agravar. Los problemas de desigualdad en Chile se resuelven con más empleos y más y mejor educación, y en esos dos ámbitos el gobierno está bien. En los últimos 20 años, este es el gobierno que más empleos ha generado durante sus primeros dos años y está dando una repuesta y avanzando en el camino correcto en materia educacional.

- ¿Qué te hace sostener que una reforma tributaria no sirve para resolver los problemas de desigualdad?

- Nosotros hemos estudiado mucho este tema y analizado en profundidad las cifras de la Casen del 2009 y el principal problema que explica la desigualdad está dado por el poco acceso de las personas más pobres al trabajo. En ese diagnóstico coincide Andrés Velasco y Cristóbal Hunneus quienes acaban de lanzar un libro que reafirma que el empleo es la clave. En el decil más pobre, trabajan 0,5 personas dentro del hogar y en el más rico más de 1,5. Esa sí es una fuente de desigualdad tremenda y aquellos que sostienen que una reforma tributaria cambiará las cosas, simplemente están equivocados.

- ¿Por qué?

- La gran idea que tienen es que deben subirse los impuestos a las empresas y el argumento es que es porque son ricas. Entramos en los slogans fáciles, en los estereotipos, pero la verdad es otra. Si eso se hace vamos a tener menos empleos y eso está demostrado, aunque uno pueda discutir si el efecto es marginal o más grande. Algunos dicen que la prueba de que no pasa nada es que a raíz del terremoto éstos se subieron y no bajó el empleo, pero esa es una manera muy básica de ver el tema. Lo que hay que analizar es qué habría pasado si no se hubiera aumentado el impuesto y claro, el empleo habría crecido más y las brechas de desigualdad hubieran disminuido.

- Una cosa es hacer una reforma tributaria que suba impuestos y otra, hacer una revisión para mejorar el sistema, incluso bajando impuestos…

- Básicamente la estructura tributaria que tenemos es bastante eficiente y adecuada a nuestro nivel de desarrollo. Aquí hay otra discusión. Con la moda de OCDE nos empiezan a decir que Chile tiene el lugar más bajo en pago de impuestos, pero no se dice que Chile tiene los impuestos más altos en Latinoamérica. Tampoco se dice que tenemos el mismo nivel de impuestos que tenía la mayoría de los países de la OCDE cuando tenían 15.000 dólares per cápita. Nuestra estructura tributaria es razonablemente buena, pero siempre se pueden hacer cambios, porque nada es inmutable. Con todo, me gustaría ver que el gobierno de Piñera actuara en este tema con la misma convicción con que lo hizo en la discusión del presupuesto en educación.

- ¿Está el ambiente político para una discusión seria del tema?

- Existe un ambiente demagógico en la discusión pública.

¿Qué puede salir de una reforma tributaria que ingresa al Congreso?

-No sé si va a ser mejor que lo que tenemos ahora. La única razón para hacer un cambio tributario importante, es que los recursos que tenemos hoy no alcancen para financiar el desarrollo de una cantidad de programas en tabla. Pero eso está por verse, porque ya por puro crecimiento económico, estamos generando casi 2.000 millones anuales de mayor recaudación y, para el 2012, la revisión del precio de largo plazo del cobre, le agrega 2.000 millones de dólares más al presupuesto, lo que es mucha plata. Meterle al aparato público esa cantidad todos los años, es una locura. Hay que ir aumentando gradualmente, sobre la base de las capacidades de gastar que tiene el Estado que no se caracteriza por hacerlo bien. Para el 2012 no necesitamos ni un peso más, ni uno, pero puede que lo necesitemos en 4 o 5 años más.

- No todos dentro del gobierno y de la Alianza piensan igual y se escuchan voces muy afines a una reforma...

- Reconozco que es así, pero en general, no es una posición basada en una convicción de que se requieren más impuestos y recursos, sino en la idea de comprar paz social. La Concertación ha sido exitosa en hacer creer a la gente que vamos a resolver la situación de la clase media y de los pobres, cobrándole más impuestos a los ricos y algunos en nuestro sector se han sumado a ese coro porque es lo que la gente cree. En esto falta liderazgo político y actuar en base a convicciones. Se dicen tantas cosas sin fundamento. Pensar que por ese camino se comprará paz social me parece un discurso elitista, un poco de la vieja derecha, un poco patronal: “Démosle un par de luquitas más a estos gallos y así los dejamos contentos”, aunque eso signifique restar posibilidades de empleo, dar menos oportunidades, avanzar en la desigualdad.

- ¿Qué está fallando en el sistema de libre mercado que vuelven a aparecer casos como el de las farmacias, ahora con la colusión entre empresas avícolas?

- Nuestra sociedad y economía es cada vez más compleja. Ha crecido mucho el consumo, hay nuevas necesidades, pero nuestra institucionalidad está respondiendo razonablemente. La prueba de ello es que está actuando la Fiscalía Económica, haciendo las correspondientes denuncias cuando detecta un problema. Está funcionando el Tribunal de Libre Competencia y luego está la Corte Suprema. Siempre y en todo ámbito hay personas que transgreden las normas y lo importante es que se castiguen las malas conductas. Pero el sistema funciona, se va perfeccionando.

- ¿Faltan mayores regulaciones?

- Muchas veces los casos que tienen gran exposición pública o que afectan masivamente a la gente, dan origen a cambios en las regulaciones. No siempre esos cambios son los mejores porque se hacen al calor de la discusión. Pero, en todo caso, estas denuncias de colusión no significan que el modelo esté fallando, sino más bien que está funcionando porque los detecta y los sanciona. La legislación va evolucionando en esta materia. La investigación que se está haciendo en el caso de los pollos, en parte se debe a una reforma que se realizó en 2009.

CANDIDATURAS PRESIDENCIALES

- ¿Cuál es tu lectura de los probables candidatos que la oposición ha puesto en carrera para las presidenciales?

- Hace mucho tiempo que la Concertación no tiene liderazgos nuevos. Frei no lo era y los alineamientos políticos hoy día se dan en torno a Michelle Bachelet y Ricardo Lagos Escobar, que son los dos ejes en que discurre la política de la Concertación. Eso denota una falta de renovación, de ideas y de personas que es preocupante.

- ¿Y Andrés Velasco?

- Andrés está ligado por ser su ministro de Hacienda, al gobierno de Bachelet. Es  interesante y positiva su aparición como una alternativa,  tiene merecimientos, pero él ha dicho que no será candidato si ella entra en carrera.

- ¿Libertad y Desarrollo tiene alguna preferencia especial por algunos de los candidatos del sector de la Alianza?

- No, a nadie.  Siempre hemos tenido una mirada muy institucional y cualquier político de nuestro sector que tenga algún liderazgo y recurra a nosotros, tendrá nuestra colaboración. Creemos que todavía es prematuro establecer candidaturas presidenciales, aunque es claro y bueno que haya varias figuras sonando.

- ¿Ves posibilidades de un nuevo gobierno de centroderecha?

- Creo que es posible. Las coaliciones políticas tradicionales no están bien posicionadas hoy, pero si hay una mejor posicionada que otra, es la Alianza por sobre la Concertación.

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