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SALARIO MÍNIMO: ¿POR QUÉ NO HACERLO DIFERENCIADO SEGÚN NÚMERO DE COTIZACIONES DEL TRABAJADOR?

En medio de la discusión del salario mínimo donde voces oficialistas consideraron “mezquino” el reajuste de 5,5% ofrecido por el Gobierno, Cecilia Cifuentes, investigadora del Programa Económico de LyD, asegura que las propuestas de reajuste de salario mínimo de los gobiernos anteriores estuvieron en la misma línea de lo que hoy se está proponiendo. “La propuesta actual supone un reajuste real en torno a 2% de acuerdo a inflación pasada, y algo mayor si se considera la inflación esperada”, explica.

Lo primero que se puede mencionar es que bajo diversos parámetros el salario mínimo en Chile no es reducido, sino lo contrario, por lo que no habría en este aspecto razones para reajustes muy por sobre la situación general de remuneraciones en el país.

La investigadora hace hincapié en que los resultados que arroja la encuesta CASEN 2009 respecto a la situación laboral de los quintiles inferiores de ingreso refleja a nuestro juicio evidencia muy contundente de que los costos del empleo formal en Chile están afectando seriamente las posibilidades de empleo de los menos capacitados.

El problema no termina en la falta de trabajo, ya que estos grupos desempleados de muy bajos ingresos caen fácilmente en problemas de drogadicción y delincuencia, por lo que incentivar el empleo es estos grupos no es sólo una política de aumento de ingresos, sino también de seguridad pública.

Por ello, la experta asegura que sería mucho más efectivo establecer una política de salario mínimo diferenciado de acuerdo al número de cotizaciones previsionales de un trabajador, ya que permite favorecer también el empleo femenino.

En el quintil más pobre, los jóvenes entre 19 y 24 registran una tasa de desempleo de 51%, por lo que parece bastante evidente que el nivel de salario mínimo es restrictivo para estos grupos. La CASEN también muestra que en el año 2009 había un total de 561 mil personas entre 19 y 30 de los dos primeros quintiles que no estudian ni trabajan. Obviamente esta situación no se puede explicar por el hecho de que no necesiten trabajar, sino que se ven impedidos de trabajar por alguna razón. De este número, 187 mil son hombres, por lo que no se trata de razones de cuidado de niños.

Se puede ver también que en el primer quintil, los ocupados están mayoritariamente por cuenta propia y en empresas de 2 a 5 trabajadores. “Vemos entonces que un aumento exagerado de salario mínimo afecta sin duda a las empresas de menor tamaño”, enfatizó la experta.

Por otra parte, si se utilizan los parámetros propuestos por la Comisión Asesora Laboral y de Salario Mínimo,  consensuados por todos los integrantes de la Comisión, incluidos los de la CUT, se obtenía un aumento de salario mínimo de 4.4%. Esto reafirma que las peticiones de la CUT y de la Concertación de aumentos en torno a 10%, tienen un trasfondo político evidente, y reafirma además el hecho de que la propuesta del gobierno no es en ningún caso mezquina, sino por el contrario.

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