Esta semana se votan por la Comisión de Normas Transitorias las disposiciones que regularán -de ser aprobada- la puesta en marcha del nuevo texto Constitucional.

Sin embargo, llama especialmente la atención la cantidad de normas que no califican de transitorias, pues no regulan el tránsito y posible implementación de la nueva Constitución, por referirse a materias no mencionadas en el texto de normas permanentes o, peor aún, por tratarse de materias que ya habían sido vistas y rechazadas por el Pleno de la Convención. Resulta preocupante que se vulneren las reglas del juego y se utilicen instancias como la que señalo para revivir relevantes discusiones ya desechadas por el Pleno, por inadecuadas, maximalistas o impertinentes a la discusión, reabriendo así la incertidumbre y golpeando la ya alicaída confianza en la Convención.

Habiendo sido presentado un oficio por convencionales de Chile Vamos levantando este punto, la comisión hizo caso omiso al documento y procedió con la deliberación y posterior votación de las normas que adolecían de los vicios señalados.

El aprovechamiento de toda instancia para revivir discusiones ya zanjadas, ha provocado que el bien común sea superado por el interés particular de quienes promueven estas iniciativas. La transparencia, el apego al reglamento y la seguridad jurídica, nuevamente grandes ausentes debate final. 

Carta de Bernardita Valdés, Abogada del Programa Legislativo, publicada en El Líbero.-