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Lectura recomendada de Carlos F. Cáceres: «Familias empresarias y desarrollo económico en la Historia de Chile» de Jon Martínez y Francisco Javier González

POR CARLOS F. CÁCERES, PRESIDENTE DEL CONSEJO ASESOR DE LIBERTAD Y DESARROLLO.-

Los primeros capítulos están destinados a evaluar el tema de la familia como el lugar donde emerge la naturaleza y el talento emprendedor que se vuelca en la creación de una empresa familiar. Posteriormente los autores destacan las vinculaciones que se generan entre la propiedad, la familia y la empresa, dando especial relevancia al requerimiento que tiene el respeto y el resguardo al derecho de propiedad para efectos de estimular iniciativas empresariales.

Los capítulos siguientes son un análisis pormenorizado y riguroso de la historia de Chile en el período que transcurre entre la Colonia y el año 2010. Como ocurre en toda sociedad, en ese período se presentan distintos sucesos en la vida económica y política del país y de ello derivarán ciclos que son debidamente señalados a lo largo del libro. Los autores, al apreciar las distintas etapas, enriquecen su análisis con entrega de valiosa información estadística económica como también resaltan la presencia de familias que, con sus emprendimientos, colaboraron de manera significativa en el desarrollo del país.

Al comentar el período de la Colonia se señala que ya es posible observar talentos empresariales en el seno de familias que se orientarán a la minería y a la agricultura y queda de manifiesto, en esta etapa, la importancia de la inmigración que se traduce en aportes de iniciativas de emprendimiento.

En el capítulo destinado a analizar la situación del país entre 1810 a 1860 es posible visualizar situaciones de guerra, de inestabilidad laboral, de conflictos que afectan a la sociedad, lo que genera incertidumbre, alteración en el comercio exterior y perturbaciones en la economía doméstica. Se profundiza el debate acerca de la liberalización o el proteccionismo como también a la acción discrecional que puede tener el Estado. Se destaca además la necesidad que, para una expansión económica, tiene la estabilidad de las instituciones y la no discrecionalidad en las reglas del juego.

La etapa siguiente corresponde al período 1860 y 1914 años en los cuales se origina el debate en cuanto a que el crecimiento no sólo debe medirse en cifras de producción sino deben considerarse además otros aspectos como lo son la calidad de vida de los habitantes y la consolidación de las instituciones. La guerra civil del año 1891 genera un nuevo orden político, el Parlamentarismo, que significará una alteración importante en el desenvolvimiento del país. Se visualiza un cambio en la estructura productiva observando una disminución en la agricultura en beneficio de la minería y de una incipiente manufactura.

El capítulo siguiente denominado “Hacia una economía cerrada y una creciente economía, período entre 1920 y 1965” es la etapa en la cual el país experimenta un cambio de trascendencia en su vida política y económica. La crisis internacional del año 1929 da origen a una concepción económica que asimila el desarrollo de los países a la preeminencia de la presencia del sector industrial aun cuando el país esté alejado de sus ventajas competitivas naturales. Así, todos los instrumentos de política económica, aranceles, tipos de cambio, tasas de interés y precios, estarán orientados a la creación y posterior fortalecimiento de la actividad industrial. Se genera entonces una importante modificación en la estructura del país con caídas significativas en la actividad agrícola y aumentos importantes en el sector de la manufactura. En los años finales de ese período surgirá la crítica al proceso de desarrollo manifestando que su bajo crecimiento no está radicado en la estructura productiva del país sino en la estructura de propiedad. Surgirá el gobierno de la DC con su política de reformas estructurales que, al evaluarse en sus detalles, se manifestará principalmente en un cambio de propiedad de los recursos productivos que pasará del sector privado al Estado.

El capítulo “La economía en el péndulo, del socialismo al libre mercado” analiza el período entre 1965 y 2010 en el cual se destaca el gobierno del presidente Allende con su manifiesta voluntad de generar las condiciones para que en el país impere un régimen socialista marxista. Los momentos de expropiación, inflación y racionamiento resumen el proceso vivido en Chile entre 1970 y 1973 que concluyen en una estructura política y económica fundada en un Estado centralizador que hace dependiente del mismo la voluntad y las decisiones de las personas.

El pronunciamiento militar del año 1973 dará inicio a una nueva etapa con sus características de apertura comercial y, la presencia de un Estado subsidiario, abrirá los espacios para el ejercicio de la responsabilidad individual en todas las materias en las cuales ésta goza de capacidades y facultades. La economía chilena vivirá entre los años 1973 y 1990 situaciones de expansión, crisis y recuperación, la cual estará vigente al momento de la entrega del gobierno por parte de las FF.AA. y de Orden al presidente, libre y democráticamente elegido, don Patricio Aylwin. Los períodos presidenciales posteriores que concluyen el año 2010 significarán la consolidación y proyección de los principios de economía de mercado generándose consensos en lo que se refiere al respeto a la propiedad privada, la apertura a la libre competencia interna y externa y la custodia de los denominados equilibrios macroeconómicos. Surgirán en este período nuevas familias emprendedoras que orientarán su actividad a aquellos sectores en los cuales el país muestra auténticas ventajas competitivas.

El capítulo final del libro está destinado a un análisis del aporte que han entregado 14 familias al desarrollo económico del país. Ahí está el retrato de las familias Edwards, Matte, Said, Yarur, Luksic, Bofill, Solari, Angelini, von Appen, Cueto, Guilisasti, Schiess y Diez, todas ellas con su origen en la inmigración tuvieron, además, la habilidad de integrar culturas aceptando y estimulando los valores propios de la identidad del país. Se observará en ellas un sentido de misión, propósitos de eficiencia fundados en principios y valores, y un ánimo de contribución a actividades de carácter cultural.  Se observará en todas ellas el deseo y la voluntad que sus empresas se prolonguen en el tiempo y ello deriva en la dedicación personal y profesional para establecer los procesos de sucesión en los cuales se volcarán nuevo talentos y desafíos orientados al crecimiento o creación de nuevas empresas bajo la esfera familiar.

En el capítulo de las conclusiones destaca el hecho que las empresas familiares han florecido, de manera especial, durante los períodos de apertura de la economía, de menor intervención del Estado y de liberalización de los mercados. Ello no sólo favoreció la iniciativa privada y el desarrollo de empresas familiares sino que también benefició a toda la nación. Asimismo, se destaca el notable aporte de los inmigrantes al desarrollo del país a lo largo de su historia. La inmigración de familias provenientes primero de Europa y luego del Medio Oriente ha sido decisivo para el proceso de desarrollo experimentado por el país y al reconocer ese hecho se deja de manifiesto la voluntad que las empresas familiares se proyecten en las nuevas generaciones.

Los profesores Martínez y González hacen con esta obra un muy significativo aporte al conocimiento de la historia de Chile y a la contribución realizada por familias empresarias que han expresado su capacidad de emprendimiento generando una cultura que, fundada en el espíritu empresarial y en la complementación de identidades extranjeras y nacionales, han beneficiado notablemente al país.



Título: Familias empresarias y desarrollo económico en la historia de Chile

Autores: Francisco Javier González Errázuriz y Jon Martínez Echezárraga

Editorial: LID Editorial

Año: 2019

Páginas: 424

 


 

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