Este viernes 4 de enero se cumplen 6 años del ataque incendiario que terminó con la vida de Werner Luchsinger y Vivian Mackay, quienes se hallaban durmiendo al interior de su casa en el fundo La Granja de Lumahue en Vilcún, cuando fueron atacados el 2013. "Este hecho fue un paradigma de la escalada de violencia en la zona de la Araucanía. Nos invita a reflexionar y ponernos en el lugar de todas aquellas personas que han sufrido por ataques violentos, donde han salido afectados tanto sus bienes como ellos mismos", declara Javiera Cid, investigadora del Área Política de LyD. Desde enero del 2011 hasta octubre del 2018 se han realizado 2.895 hechos de violencia, dentro de los cuales se registran 920 incendios, 924 encuentros con disparos o presencia de armas de fuego, 509 ataques a Carabineros y 542 cortes de ruta, de los cuales pocos han sido condenados o se han tomado las medidas necesarias para abordarlos.

Un día como hoy recordamos los errores cometidos por distintos gobiernos al no reconocer el terrorismo que se vive en la Región de La Araucanía, que con el tiempo se ha ramificado hacia las regiones aledañas, convirtiéndose en un fenómeno aún mas difícil de frenar. "Es por ello que los esfuerzos del actual gobierno de reimpulsar la región desde varias aristas, a través del Plan Impulso Araucanía, es un método acertado para combatir la violencia y los daños colaterales que ella produce", asegura Cid. Estancar este proceso sería caer en el mismo error que han cometido los gobiernos anteriores. Ello debe ser acompañado con medida que permitan asegurar la paz y el Estado de Derecho en las regiones.