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Energías limpias

Diario Financiero

La última licitación de energía eléctrica para el suministro de clientes regulados vino a reafirmar la tendencia observada en Chile y el mundo: la arremetida de las energías más limpias. Más de la mitad de los 12.430 GWh licitados fueron adjudicados a proyectos nuevos 100% renovables, a precios más bajos de lo que cualquiera había previsto. Este fenómeno, que se repite en países como Perú, México y Dubai, refleja la sostenida caída de los costos de desarrollo de tecnologías renovables, lo que vaticina un cambio significativo en la matriz energética.

Las energías solar y eólica no existían en Chile hace 10 años y hace cinco aportaban menos del 1% a la generación eléctrica nacional. Por esos años se comenzaba a discutir la necesidad de establecer obligaciones legales para fomentar el desarrollo de estas energías renovables no convencionales, lo que terminó plasmado en una ley que forzaba un 20% de éstas en la matriz eléctrica al 2025. Algunas voces disidentes buscaron -exitosamente- evitar la introducción de subsidios, lo que había probado ser altamente oneroso en países como Alemania, Inglaterra y España. ¡A buena hora! La abrupta e inesperada caída de los costos de estas tecnologías las convertiría, por mérito propio, en una alternativa fuertemente competitiva, presagiando que la meta impuesta será superada tempranamente y con creces.

Los precios promedio de adjudicación de la última licitación alcanzaron US$ 45,4 por MWh para generación eólica y US$ 29,1 para solar fotovoltaica, lo que se compara con precios estimados hace tan solo cinco años por la Comisión Asesora Presidencial de US$ 110 y US$ 180 por MWh, respectivamente. Además, se conocieron atractivas ofertas de centrales solares de concentración y de bombeo por US$ 65 por MWh, compitiendo mano a mano con energía de base de fuentes convencionales. Si bien algunos han expresado dudas acerca de si los adjudicatarios podrán cumplir sus compromisos a tan bajos precios, el abanico de ofertas presentadas asegura que estas tecnologías serán las que suministrarán los contratos.

Lo anterior anticipa un cambio drástico en la expansión de generación en Chile, que estará marcada por la creciente irrupción de energías renovables. En efecto, entre los años 2017-2022, las fuentes eólicas y solares contribuirán con cerca del 60% de la generación adicional y, hacia más adelante, podría esperarse una expansión casi exclusivamente basada en energías renovables, incluyendo la hidroelectricidad. Esto debiera darse en un contexto de sostenida reducción de costos de las energías variables (eólicas y solares FV) junto al desarrollo de algún respaldo térmico (probablemente en base a gas natural) y una creciente competitividad de otras fuentes, como la energía solar de concentración y las centrales de bombeo. Así, el futuro se ve promisorio para Chile, con una menor dependencia del precio de los combustibles fósiles y una creciente generación en base a energías más limpias, lo que permitiría alcanzar la meta de 70% de fuentes limpias en la generación eléctrica al 2050.

Dos son los desafíos pendientes. El primero tiene que ver con la gestión de la rápida variabilidad provocada particularmente por la generación en base eólica. Se estima que en cinco años la generación variable alcanzará los 7.500 MW (equivalente a 80% de la demanda máxima), lo que conlleva un costo para el sistema que debe adaptar su capacidad de reacción. En este contexto, parece razonable que a largo plazo la generación eólica pague por los servicios complementarios que compensen su velocidad de variación, generando un mercado de seguridad en el sistema.

El otro gran desafío es evitar la tentación de romper con la política de neutralidad que ha imperado en el mercado eléctrico por décadas y que ha permitido la adaptación del sistema a un ambiente cambiante. Es el mercado el que debe competir y determinar la tecnología a ofrecer, puesto que la planificación centralizada nunca será capaz de adelantarse con igual eficiencia a un entorno altamente dinámico.

Columna de Susana Jiménez, Coordinadora del Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, en Libro Aniversario Diario Financiero.-

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