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Responsabilidades Políticas

Tele13

El ambiente de rebelión que hay en la Nueva Mayoría contra el gobierno de Michelle Bachelet ha llegado a su punto máximo con el vergonzoso episodio de los domicilios electorales. Cuando las responsabilidades políticas no se cobran, y parece que a la Presidenta le cuesta hacerlo, el descrédito recae sobre toda la coalición. Ante esa perspectiva y con años electorales por delante, los políticos de la NM están furiosos, cuando no aterrados, por el daño que este episodio puede ocasionar a sus carreras políticas.

Por eso en todas partes del mundo quienes ejercen responsabilidades políticas saben que su cargo está a disposición de su jefe y están dispuestos a dejarlo e incluso a veces a cargar con todo el descrédito, por culpas que son compartidas. Es lo que se llama la responsabilidad del mando y lo que correspondía que ocurriera en el gobierno.

Si no había cambios  en el gabinete de Bachelet, uno debiera pensar que el ocultamiento de información a la ciudadanía acerca del cambio de domicilio electoral sin consentimiento de 463.000 chilenos, fue autorizado por la propia Presidenta. La salida de la Ministra de Justicia viene a despejar ese punto.

La estrategia de minimizar y ocultar la verdadera magnitud y gravedad del problema de los domicilios electorales, que culminó con la insensata presentación de una ley que alteraba el padrón electoral seis días antes de una elección tiene  responsables y éstos debían pagar por ello.

Como no tenemos información precisa acerca de los pormenores y entretelones de la comedia de equivocaciones que culminó en este desaguisado, no podemos tener certeza respecto a dónde están verdaderamente radicadas estas responsabilidades políticas.

La actuación del Registro Civil en todo este episodio ha sido lamentable. Al parecer originó el problema con fallas en sus sistemas informáticos. Pero lo que es más grave, no ha sido capaz de responder a las consultas parlamentarias acerca de la existencia de protocolos que los funcionarios de ese servicio apliquen frente a los ciudadanos en relación al cambio de domicilio electoral. La declaración de su Director recién el jueves 13 de octubre señalando que eran sólo 17 mil los afectados es la guinda de la torta.

Bueno, el Registro Civil depende del Ministerio de Justicia, que ejercía Javiera Blanco. Este Servicio ha tenido ya varios problemas durante su gestión, sus funcionarios han paralizado ilegalmente sus labores durante largos períodos y causado gran perjuicio a los ciudadanos. Por otra parte, de ese Ministerio depende también Gendarmería de Chile, involucrada en la vergonzosa concesión de una pensión millonaria a la señora Myriam Olate y a otros funcionarios de esa repartición mediante el expediente de abultar las remuneraciones que sirven de base para el cálculo de la pensión. Un ex Director de ese servicio ha declarado que las instrucciones para la contratación de personas y los aumentos de sueldo provenían del Ministerio.

Pero allí no acaban los problemas de los organismos dependientes del Ministerio de Justicia. El peor de todos es el del SENAME, Servicio Nacional de Menores, con su triste récor de niños fallecidos en sus dependencias sin que existan explicaciones ni informaciones satisfactorias.

Era entonces imposible que se mantuviera  en su cargo  Javiera Blanco.

En relación a otros ministros, lo que sabemos es que el Comité Político, integrado por los Ministros del Interior, de la Presidencia y de Gobierno fue el que decidió (o recomendó) presentar el desafortunado proyecto de ley que tuvo sólo un día de vida. ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué información tenían del caso antes de tomar esta decisión y desde cuándo contaban con ella? Las únicas declaraciones que hizo Javiera Blanco sobre el problema de los domicilios electorales, el lunes de esta semana, fueron en el sentido que el tema estaba a cargo del Comité Político.

Desde ese punto de vista, el cambio de gabinete que deja en su cargo a los tres ministros del Comité Político no se hace cargo de las dudas que existen acerca del manejo político de este tema. De hecho tanto la Presidenta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, como Isabel Allende, Presidenta del Partido Socialista, han manifestado su disconformidad con el cambio de gabinete.

Hay un simbolismo en el hecho que el que el Ministro Máximo Pacheco, quizás el de mejor gestión de todo el gobierno, salga de éste para encabezar el comando de Ricardo Lagos. Es una prueba de el fin del gobierno de Bachelet.

La insuficiencia del cambio de gabinete tiene también el problema de no lograr el efecto purgante que al comienzo de estas líneas señalábamos como fundamental para que el costo político de este lamentable episodio no cayera en la Nueva Mayoría. La permanencia de todo el Comité Político en el gobierno de Bachelet vuelve a ser un error político de la Presidenta.

Columna de Luis Larraín, Director Ejecutivo de Libertad y Desarrollo, en T13.cl.-

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