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Brexit efectos de corto y mediano plazo

El Dilema de Brexit o Bremain se resolvió como se sabe, por el Brexit de manera algo inesperada, porque las apuestas y los mercados financieros hasta el último momento estimaban que el referéndum, convocado por el gobierno de David Cameron, terminaría favoreciendo al Bremain o sea permanecer en la Unión Europea, después de 43 años de pertenencia a ese acuerdo político-comercial.

Francisco Garcés, Director del Centro de Economía Internacional, analiza los efectos de corto y mediano plazo de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

En el referéndum convergieron Francisco Garcésdos errores considerables, el primero jugarse la permanencia en la Unión Europea al 50% + 1. Un asunto tan importante política y económicamente debería resolverse con un mayor consenso, tal vez de 2/3 ó 3/4 de los votos y no por simple mayoría. El segundo yerro fue la apreciación obcecada del Primer Ministro Cameron, de que había mayoría de votos para el “Remain” y que eso le permitiría nuevamente ganar las elecciones parlamentarias y continuar gobernando.

Para analizar el “Brexit” conviene tener en cuenta, en primer lugar, que es un hecho dirigido en todas sus etapas por políticos, con intereses políticos, y sólo secundariamente económico y financiero, aunque estos últimos efectos son substanciales.

Al tratarse de un fenómeno político, predomina la lógica política y no sólo la económica, a lo cual se agregan las emociones que suscita un hecho político de esa envergadura. En consecuencia, es posible que no predomine finalmente la lógica económica en el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea y se dificulte el ajuste económico por acciones o exigencias de carácter político que pueden crear más incertidumbre, volatilidad o turbulencia, o aún requerir una intervención excesiva de la Banca Central, a través de excesiva creación de liquidez que generará distorsiones futuras o agravará las que ya existen (intereses negativos).

El Brexit producirá efectos de corto y mediano plazo.  En el corto plazo los costos, como se ha empezado a observar, son significativos en términos de volatilidad de los mercados financieros y cambiarios, pérdidas patrimoniales especialmente en activos de renta variable, en transferencias de riqueza y en un efecto depresivo sobre la inversión y el crecimiento económico, debido a la incertidumbre y a la acentuada volatilidad, que de acuerdo al pensamiento de Mark Carney, Gobernador del Banco de Inglaterra, debía considerarse como un elemento que afecta las expectativas y entraba el crecimiento económico global.

En los últimos días, las bolsas de valores subieron cerca de seis por ciento y luego post Brexit bajaron en torno al 9% y después parecen tender a una estabilización.  Los tipos de cambio han fluctuado empezando por la libra que cayó cerca de 14%, mientras el dólar y el yen se aprecian y los intereses de algunos instrumentos de refugio se vuelven más bajos o negativos.

El proceso de salida de Inglaterra de la Unión Europea se iniciará con la invocación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa y su prescriptiva establece un plazo de dos años de negociaciones, que probablemente, por estar en manos de políticos heterogéneos serán complejas y habrá riesgos e incertidumbre y, aún más, episodios de controversia y enfrentamiento.

Si las negociaciones tuvieran un carácter generoso, expedito y rápido, evitando nacionalismo y proteccionismo o represalias, permitirían un ajuste rápido y eficiente de la economía y las finanzas, y tenderían a minimizar los costos del ajuste post Brexit.  El Presidente Obama y su Secretario de Estado Kerry, ya han advertido a las partes sobre estos aspectos y en cuanto a la necesidad de evitar acciones vindicativas que aumentarían los costos del proceso no sólo para las partes involucradas, sino para la economía global en su conjunto.

En el corto plazo y en el plano político, la primera víctima es el Primer Ministro David Cameron, que después del error del Referéndum debió anunciar su renuncia para octubre, pero que un comité directivo del Partido Conservador situó hasta el 2 de septiembre, para acelerar el proceso de cambio de liderazgo.

Los candidatos del momento son Theresa May, Home Minister, y el diputado y ex alcalde de Londres Boris Johnson (líder del Brexit). Sería, probablemente, algo agresivo que el nuevo Primer Ministro y orientador de la negociación fuera el líder del Brexit, quien tuvo además expresiones duras para la Unión Europea, durante la campaña del Brexit y contribuyó, también, a la caída del Primer Ministro Cameron. Parece más razonable que la negociación con la Unión Europea sea conducida por un político contrario al Brexit, como Theresa May, de un perfil más discreto y menos controversial y contestatario.

En Europa la salida del Reino Unido de la Unión Europea puede afectar políticamente a la Canciller Angela Merkel, que ya ha sido debilitada por su política respecto a los refugiados.

Es indudable también como se está observando, que habrá un efecto político de incentivo a los movimientos extremistas especialmente de derecha en Francia, Alemania, Holanda, Hungría y Polonia, más aún si continúa, por otro lado, la presión de los refugiados del Medio Oriente y las amenazas o hechos terroristas vinculados al islamismo.

Los movimientos independentistas en España y el Reino Unido están recibiendo, como se observa, un impacto vigorizante lo cual requerirá una acción política interna hábil y una negativa de la Unión Europea a albergarlos en la Unión Europea.

En el caso de Chile, el efecto de corto plazo no parece ser muy significativo, pero indudablemente no ayudará a la recuperación de la débil trayectoria económica actual y probablemente el comercio tienda a debilitarse algo más si la economía europea se vuelve más frágil incluido el Reino Unido.

El Presidente del Banco Central afirmó: “que el efecto directo real inmediato no debiera ser significativo. Al igual que en el resto del mundo, el mayor efecto en el corto plazo es vía el menor apetito por riesgo en los mercados financieros”. “Por ahora los efectos han sido acotados en la mayoría de las economías emergentes.  No obstante si se prolonga la incertidumbre, es probable que los efectos sean mayores, lo que tendría efectos sobre nuestro país”.

El Ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, ha insistido que estamos preparados para esta eventualidad económica, pero esto no nos exime del todo de los efectos, más aún, cuando las políticas públicas y las reformas son contraproducentes y debilitantes de la inversión y la productividad. Siendo tan dependientes como es Chile de la economía China, una nota de cautela dice relación con el efecto que el Brexit tiene en la economía europea, en la economía global y en China, cuyas exportaciones son a su vez dependientes de la demanda en Europa y del crecimiento del comercio mundial, que probablemente se debilitarían en el corto plazo, como hemos visto, haciendo más difícil el ajuste económico y financiero en China, muy dependiente ya de fuerte inyecciones de liquidez interna, que generan distorsiones y riesgos a futuro.

El Presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi (28 de junio), ha declarado en relación al Brexit, que estima que Europa crecerá entre 0,3 a 0,5 menos, en los próximos tres años y agregó que el BCE está disponible para continuar dando apoyo monetario a la economía europea, que continua debilitada, y pidió a los líderes europeos que hagan frente a las vulnerabilidades del sector bancario.

Los líderes europeos incluso los más cercanos al Reino Unido han pedido una salida rápida de Inglaterra de la Unión Europea. Angela Merkel señaló a David Cameron que “quien quiere salir de esta familia (la Unión UE) no puede esperar perder todas las obligaciones, pero mantener todos los privilegios"

La mecánica de la salida prescribe en el Artículo 50 del Tratado de Lisboa que el país que deja la Unión debe notificar al Consejo Europeo su salida, para iniciar un proceso de negociación entre la UE y el país saliente, que dura dos años, para acordar la separación formal y la relación legal que seguirá. El acuerdo alcanzado debe presentarse al parlamento de la UE para su aprobación y, posteriormente, debe ser aprobado por el Consejo de la UE por una mayoría calificada. Si no hubiera acuerdo, el periodo de dos años puede extenderse pero sólo con el voto unánime de los estados miembros. Si no se llega a acuerdo sobre la extensión del plazo, la membresía del país saliente termina sin acuerdo. Se estima sin embargo que en este caso existirá un fuerte interés para llegar a acuerdo y evitar una separación conflictiva pese a las pasiones nacionalistas que están surgiendo.

Entre los temas principales de la negociación, para el Reino Unido está el punto relativo a las cuatro libertades para sus compañías y ciudadanos, es decir, libertad de comercio en bienes, libertad de comercio en servicios, libertad en la movilidad de capitales e irrestricto acceso a los mercados laborales comunes. El aspecto delicado está en el área de servicios.

Un aspecto comercial también significativo es si el Reino Unido podrá participar en el nuevo tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, conocido como TIPP (The Transatlantic Trade and Investment Partnership), que está en proceso de negociación. Otro tema complejo es la movilidad laboral, en la cual el Reino Unido tiene especial interés en reducir los flujos de inmigración desde otros países de la UE. Un tema también delicado y complejo será la regulación del sector financiero, que no esté cubierta por los acuerdos de Basilea, pero que serán parte del contenido del a European Banking Union.

Respecto a los efectos de mediano plazo de carácter económico y financiero, es muy importantes que la negociación sea fluida y prime la lógica y los intereses económicos y financieros sobre las asperezas políticas, de manera que se llegue a una situación, en lo posible, parecida a la actual y se permita que operen sin grandes obstáculos los ajustes económicos. De lo contrario habrá costos significativos de mediano plazo, para el Reino Unido, la UE y la economía global.

En el mediano plazo puede haber otros elementos positivos derivados de la advertencia del Brexit a la UE, en el sentido de corregir errores de estructura o regulación y avanzar más rápido en la unión bancaria y en la unión fiscal, en el plano económico.

Por otra parte, el Reino Unido puede tener más libertad para implementar políticas públicas más libres y eficientes, y acentuar su integración comercial y financiera con la economía de Estados, la mayor y más innovadora en el ámbito global.

 

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