El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer la tasa de desempleo correspondiente al trimestre febrero-abril de 2016, de un 6,4% a nivel nacional, cifra una décima mayor que el trimestre móvil pasado y tres décimas mayor que el mismo periodo de 2015.

Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de Libertad y Desarrollo, explica que aunque la tasa de desempleo a nivel nacional no ha aumentado con la fuerza que la Encuesta de Desempleo de la U. de Chile adelantaba –y que tantas alarmas prendió-, en el Gran Santiago (donde se toma la mencionada encuesta) sí se han visto importantes aumentos del número de desocupado por sobre el 6% anual y una tasa de desempleo que hoy alcanza el 7%.

Es importante recordar que la ayuda que ha dado la construcción, anticipándose al alza de impuesto, comienza a perder fuerza a medida que los proyectos que debían prometerse antes de 2016 comienzan a completarse. Durante los últimos trimestres la construcción creaba más de 70 mil empleos en 12 meses de manera sostenida, lo que en las últimas mediciones ha caído a cerca de 40 o 50 mil.

Más allá de este fenómeno transitorio de la construcción y los hasta ahora relativamente moderados aumentos de la tasa de desempleo a nivel nacional, el importante cambio en la composición de los empleos creados, con los empleos por cuenta propia explicando prácticamente la totalidad del crecimiento del empleo en 12 meses, es claramente el reflejo de una situación bastante desmejorada. Lo mismo se evidencia en el volumen total de horas trabajadas en nuestra economía, el que muestra una expansión bastante discreta, ya que sí bien la ocupación se expande (1,4% en 12 meses) el promedio de horas trabajadas por cada persona cae en un 0,4%, tal como lo viene haciendo hace un buen tiempo.

En concreto, esta expansión de la ocupación de 1,4% en 12 meses, se explica por un caída de los empleadores de un 12,7% -pero con una relativamente baja incidencia de -0,2 puntos-, por un empleo por cuenta propia que crece un 5,3% incidiendo 1,1 puntos, es decir, prácticamente un 80% de la expansión total; y un empleo asalariado que ya se aleja de ser el  motor principal –como otrora lo fuera- con un 0,5% de expansión.

Ahora bien, vale la pena recordar que el empleo por cuenta propia agrupa a un conjunto bastante diverso de ocupaciones, por ejemplo, un profesional independiente que no emplea a otros caería en esta categoría, pero una persona que ejerce el comercio ambulante también, y de hecho de acuerdo a datos del INE, son más bien los empleos de baja calificación y mayor inestabilidad laboral los que dominan en los empleos por cuenta propia que se están creando. Solo para tener una referencia, en torno al 20% de quienes declaran ejercer el trabajo por cuenta propia lo hacen en la vía pública, y un 20% trabajaría solo entre 1 y 15 horas a la semana. Lo anterior acompañado de una expansión de la fuerza de trabajado, de 1,6% versus igual periodo de 2015, explica el aumento en la tasa de desocupación respecto al año anterior.

En términos de calidad de empleo asalariado, se aprecia cierta estabilidad: 86,6% declaró contar con contrato escrito, lo que representa un aumento respecto del 85,9% de igual trimestre de 2015, mientras que los asalariados con contrato indefinido se mantienen relativamente estables, pasando de un  69,9% a un 70,2% en 12 meses.

En el actual contexto de débiles expectativas para el crecimiento, el eventual fin del impulso excepcional de la construcción, el poco dinamismo de la minería y la difícil situación de la industria salmonera en el sur, parece bastante claro que especialmente en los meses de invierno se podrán observar tasas de desempleo por sobre el 7% a nivel nacional.