El Banco Central dio a conocer el primer IMACEC de 2016, el cual se situó bastante cerca de cero, tal como lo adelantaban las pobres expectativas que manejaba el mercado. Las mencionadas expectativas, son aquellas que surgen luego de que se conocieran los indicadores sectoriales del INE, que incluyen una fuerte caída tanto de la producción minera (-12,6% medida en 12 meses) como de las manufacturas (-4,6%). Esto, sumado a un comercio minorista que no logra despegar –aunque, a diferencia de los meses anteriores, con un importante rebote de los bienes durables- y una producción de energía, electricidad y agua, que prácticamente no crece desde enero de 2015.

En concreto, la expansión de apenas 0,3% en 12 meses es 1,2 puntos porcentuales menor al registro del mes anterior, y 3,1 puntos menor que el entregado el mismo período un año atrás, momento en que -apresuradamente- se comenzó a hablar de “brotes verdes”.

“Luego de que 2015 fuera un año prácticamente igual de mediocre que 2014, donde la mayor parte del crecimiento se explicara por lo sucedido en los primeros meses del año, experimentamos un evidente estancamiento, siendo el último trimestre del año pasado el de peor desempeño, lo que continuó sintiéndose en enero y que se refleja ahora -de manera más evidente que a fines de 2015- en la tasa de variación en 12 meses por la mayor base de comparación", explica el investigador del Programa Económico de LyD, Francisco Klapp. Al igual que en los meses recientes el motor detrás del poco crecimiento que aún se aprecia sería el sector servicios, lo que de hecho permitió que se evitará la cifra negativa que muchos analistas adelantaban, cosa que no ocurre desde 2009 en el apogeo de la Crisis Subprime. "De todas formas, esta es la peor cifra mensual desde el terremoto de 2010", acota el economista.

Mirando ya hacia el resto del 2016, el panorama no es demasiado auspicioso. "Las estimaciones de diversos analistas apuntan a que el año que empieza no sería demasiado diferente del 2015, o incluso algo peor, considerando el deterioro de las condiciones externas que enfrentan la mayoría de las economías emeregentes y la escasa respuesta del Gobierno para ayudar retomar el crecimiento", indica Francisco Klapp.

Respecto a la serie desestacionalizada, ésta se expandió un 0,5% con respecto a enero de 2015 que contaba con un día hábil más. En relación al mes anterior, este indicador no muestra crecimiento alguno.

Un elemento a considerar en el análisis es la velocidad del IMACEC (comparación de promedios trimestrales  consecutivos desestacionalizados y anualizados), el cual aporta antecedentes adicionales acerca del estancamiento de la economía. Esta medida con un 1,6%, se encuentra en línea con los resultados de los últimos meses (algo por debajo del 2%) lo que ilustra que la economía simplemente no logra repuntar, y pese a este resultado puntual, pareciera estabilizarse -al menos por ahora- en un crecimiento en torno al 1,5%.