Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

¿Cuál debe ser el foco de la política social?

Pulso

“Hacer el mundo libre de pobreza” es la agenda que está llevando a cabo en el Banco Mundial. Esta iniciativa nos invita a recordar cuál debería ser el foco de la política social de nuestro país. Es por ello que a principios de octubre fue entregado un informe que busca alinear este objetivo con dos desafíos concretos: que la tasa de pobreza extrema mundial sea menor al 3% para el 2030 y aumentar el ingreso de la población de menores recursos.

Para ello, el Banco Mundial actualiza la línea de extrema pobreza de US$ 1,25 con paridad de poder de compra 2005 a un nuevo umbral de US$ 1,90 con paridad de poder de compra 2011. A partir de este nuevo umbral se evidencian grandes avances en la reducción de la pobreza extrema. En el 2012 habrían 902 millones de personas (12,8% de la población mundial) en situación de pobreza extrema, un tercio de lo que fue esta tasa el 1990. Además, y siguiendo este mismo umbral, estiman que la pobreza extrema disminuiría a 702,1 millones de personas (9,6% de la población mundial) para el 2015.

En este informe utilizan a Chile como ejemplo para graficar cómo el crecimiento económico (con una tasa de crecimiento sostenido de 3,9% al año desde 1990), acompañado de una economía disciplinada y programas sociales enfocados en salud y en educación, han permitido alcanzar una mejora sustancial en el bienestar social de la población y en especial de los hogares en pobreza.

A su vez, durante los últimos años se han sido implementadas políticas sociales, enfocadas en salud y en educación, que han permitido generar grandes avances, especialmente para la población perteneciente al 40% de menores ingresos. En este informe se muestra cómo aumentaron la proporción de trabajadores con educación media en todos los sectores de la economía, cómo ha disminuido la brecha educativa entre la población del 40% de menores ingresos y el 60 más rico y como ha crecido la productividad de los trabajadores de US$ 12 a US$ 28 por una hora entre 1990 y 2011. También que entre 1990 al 2011 Chile ha presenciado una reducción importante de la tasa de mortalidad infantil, de 16 a 7 muertes por mil niños.

Adicionalmente, en el informe del Banco Mundial se dice que Chile presenta grandes avances en comparación del resto de la región. Si bien se evidencia que existe una diferencia importante en el acceso a internet entre los niños menores de 16 años perteneciente al 20% más rico con los pertenecientes al 40% más pobre, se observa que Chile es uno de los países de la región con mayor acceso a internet para este grupo de países (más del 20% de acceso para el 40% más pobre y 80% de acceso a internet para el 20% más rico). También muestra que a diferencia de los que ocurre en el resto de la región donde la población de menores ingresos no cuenta con acceso alcantarillado, en Chile prácticamente todos los chilenos menores de 16 años tienen alcantarillado.

Por su parte, contrastan el “ejemplo” chileno con otros países con más recursos que nosotros, como lo es Estados Unidos. Se observa que si bien ambos países presentaron una tasa de crecimiento del ingreso positivo, Estados Unidos presenció una reducción de esta tasa de crecimiento del ingreso durante el último tiempo afectando directamente los ingresos percibidos por la población de menores recursos. Esto, en contraposición del caso de Chile, en que se evidencia que la evolución del ingreso del 40% más pobre ha sido creciente y aumentado su participación en el ingreso total de la población.

Al igual de lo que presenció e hizo Chile durante los últimos años, concluyen que la clave para la superación de la pobreza está en el crecimiento sostenido, invertir en el capital humano y buscar formas de asegurar a la población pobre y vulnerable ante posibles riesgos. Sin embargo, es impresionante que utilicen a Chile como “el camino a seguir” para mejorar el bienestar del grupo más vulnerables y superar la pobreza extrema, siendo que la radicalidad de las reformas que se están llevando a cabo amenazan con perder todo lo avanzado: mermar el crecimiento económico y se pierda el foco de la política social, que debiera ser que las familias más vulnerables puedan generar más ingresos y mejores su bienestar social.

Finalmente, se debe recordar que desde el 2011, con el programa “Ingreso Ético Familiar”, fue la última vez que analizamos un programa que tenían como fin la superación de la pobreza y promover de manera digna la capacidad de generar ingresos en las familias de menores recursos. En cambio, en los dos últimos años hemos avanzado en la dirección contraria y sólo hemos discutido la entrega de un “Bono Marzo Permanente” que no tiene ninguna relación con la capacidad de generar ingresos. Esto último puede ser sumamente preocupante, ya que la situación económica podría verse revertida, afectando principalmente a la población más pobre, tal como paso con países más desarrollados y más ricos que nosotros.

Columna de Paulina Henoch, Economista de Libertad y Desarrollo, publicada en Pulso.-

Tags:

otras publicaciones

El Líbero

La Tercera