Aumentar densidad de cotización aumenta la pensión de vejez que entrega el sistema de capitalización individual, como lo vimos en nuestra nota anterior. Sin embargo, ¿qué factores afectan la densidad de cotización? Uno que parece clave es la situación laboral de las personas.

A continuación mostramos un gráfico que da cuenta del porcentaje de personas que cotiza según su situación ocupacional. De él concluimos que el estado ocupacional sí afecta la densidad de cotización de las personas. Mientras más de 90% de los mayores de 15 años que están empleados como trabajadores dependientes cotizan, sólo cerca de 20% de los trabajadores dependientes sin contrato o de trabajadores por cuenta propia lo hace. Por último, el porcentaje de desempleados o inactivos que cotiza es cercano o inferior al 5% de éstos.

Si bien hombres y mujeres se ven afectados por su situación ocupacional, las mujeres tienden en mayor medida a estar inactivas o desocupadas, tal como lo muestra el gráfico a continuación. No es casualidad entonces que las pensiones de las mujeres a la hora de jubilarse resulten inferiores a las de los hombres.

En este contexto, un instrumento clave a la hora de querer mejorar las pensiones de vejez, más que realizar grandes reformas al sistema previsional vigente, es eliminar las barreras que impiden a ciertos grupos de la población encontrar un empleo formal que asegure el ahorro para su jubilación.