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Prioridades en pensiones

Voces La Tercera

Es común escuchar que nuestro sistema previsional ha fracasado porque las pensiones son demasiado bajas. Es comprensible que den ganas de reformar por completo el sistema de AFP cuando nos “informan por la prensa” que el promedio de pensión de vejez es cercano a los $ 180 mil, 76% del sueldo mínimo vigente, e incluso sólo 28% de la remuneración imponible promedio. Hasta nos tentamos de volver al sistema de reparto (quebrado o camino a la quiebra en gran parte del mundo) cuando vemos que la pensión promedio de vejez que éste entrega en superior a la que en promedio nos da el sistema vigente.Sin embargo, estas cifras son muy engañosas y nuestro sistema de pensiones debiese -a la luz de sus resultados- tener mejor fama de la que hoy goza.

En primer lugar, sin importar cuánto o por cuánto tiempo hayas ahorrado, el sistema vigente siempre te devuelve tus ahorros al momento de jubilarte (lo que cotizaste más la rentabilidad obtenida). En cambio, lo que no todos saben es que el sistema antiguo te exigía un número mínimo de años de cotización para entregarte pensión (a lo menos 10 años, dependiendo de la caja donde se cotizara), requisito que de acuerdo a información oficial sólo cumple cerca del 50% de los imponentes. En simple, la mitad de quienes cotizaron en el sistema antiguo no reciben pensión. Y no sólo eso, sino que además de recibir una pensión igual a $ 0, pierden todos los aportes entregados durante su vida activa, o “generosamente” se los “donan” a quienes tuvieron la suerte de cotizar 10 años o más. Por esto, el sistema antiguo no sólo era inmensamente injusto, sino que si incluimos en el cálculo a los que no reciben pensión, entrega un promedio de pensión igual a la mitad de lo que muestra la Superintendencia de Pensiones.

Por su parte, el monto de la pensión que nos entrega el sistema vigente depende (en simple) de cuánto ahorro logramos acumular y de cuántos años viviremos post jubilación.

Respecto al monto de ahorro acumulado, un estudio de Paredes (2013)[1] mostró que de las mujeres pensionadas por vejez (no anticipada) en el primer trimestre de 2012, cerca de 60% había cotizado una sola vez, probablemente para poder recibir el bono por hijo creado por la Reforma Previsional del 2008 (sólo válido para mujeres pensionadas). También concluyó que 75% de las mujeres y 30% de los hombres cotizaron menos de 10 años. Probablemente sus pensiones hoy son bajas, pero no olvidemos que bajo el sistema antiguo ninguno de ellos hubiese recibido pensión (y todos habrían perdido sus ahorros).

Estos números nos ayudan a entender por qué el valor promedio de la pensión es bajo (en éste se incluye a quienes cotizaron durante toda su vida activa, y también a quienes sólo lo hicieron una sola vez) y también por qué la pensión promedio de las mujeres es inferior a la de los hombres. La buena noticia es que si ahorras más, tu pensión será mayor, aun cuando la Superintendencia de Pensiones sólo nos muestre la pensión promedio pagada, sin diferenciar según el número de años cotizados.

Respecto de los factores demográficos, entre 1990 y 2012 la esperanza de vida al nacer en Chile creció desde 73 a 80 años, y hoy está 10 años sobre el promedio mundial. Si vivimos más años y ahorramos lo mismo es difícil que nuestra pensión alcance valores elevados.

En suma, el bajo nivel promedio de las pensiones está lejos de ser un llamado a reformular el sistema previsional vigente ni menos a volver al sistema antiguo. Si queremos pensiones más altas debemos más bien eliminar barreras que nos impidan ahorrar más, por ejemplo, fomentando la generación de empleos formales, sobre todo en mujeres, jóvenes, y por qué no decirlo, adultos mayores, tres segmentos tradicionalmente excluidos de la posibilidad de contar con un trabajo lo suficientemente flexible para complementarlo con sus necesidades. Asimismo, y siguiendo la tendencia mundial (puesto que la mayor longevidad no es un fenómeno aislado en Chile) a medida que aumentan las expectativas de vida, debiésemos aumentar la edad legal de jubilación, para así asegurarnos un mayor monto ahorrado a la hora de pensionarnos.

Estamos ad portas de poder acceder públicamente al informe de la Comisión Bravo. Esperamos que éste sea una instancia para informar correctamente a la población sobre el sistema previsional vigente y cómo mejorar sus pensiones.

 


[1] Paredes, Ricardo (2013), “Pensiones y tasas de remplazo generadas por el Sistema de AFP”.

 

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