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Ministro, no trate de cuadrar el círculo

El Mostrador Mercados

Cecilia C. 2013Es valioso que el ministro Valdés esté intentando poner paños fríos en los afanes reformistas de la Nueva Mayoría, aunque sea apelando a la insuficiencia de recursos para financiar el Estado Benefactor que se quiere crear. Este gesto de mayor responsabilidad fiscal es por sí solo una señal positiva para las alicaídas expectativas de los agentes económicos, ya que hasta ahora el programa de Gobierno era para la Nueva Mayoría equivalente a las Tablas de la Ley, por lo que su financiamiento era un problema totalmente secundario.

Enfoque muy peligroso, ya que además de la implementación de un programa anticrecimiento, nos encontrábamos frente al peligro cierto de arriesgar la sostenibilidad fiscal en el intento. Grecia, sin su historia milenaria y su famosísimo Partenón, parecía nuestro probable destino.

Ahora empieza a primar la cordura, sólo se financiará lo que se puede pagar, “reformas en la medida de lo posible” empieza a ser la nueva consigna, y afortunadamente está siendo aceptada por los partidos de la coalición de Gobierno. Esto con la excepción esperada de los miembros del PC, que constituyen a estas alturas los “caballeros templarios” del dichoso programa.

¿Es suficiente que el Gobierno haga anuncios de gradualidad en la implementación de las reformas y vuelva a darle prioridad a la sostenibilidad fiscal? Es necesario, pero no suficiente. El problema de fondo es que el ministro está buscando un imposible al plantear la necesidad de recuperar el crecimiento económico junto con avanzar en la agenda de reformas.

Ambas cosas juntas forman un conjunto vacio, ya que es la implementación del programa de Gobierno la causa principal de la fuerte desaceleración de la economía. Es cierto que las situaciones del mundo y la región se han deteriorado, pero las estimaciones para este año no difieren de los resultados observados en las últimas tres décadas, en que la situación del mundo y los vecinos no representó una restricción para que Chile mostrara cifras muy superiores a las actuales.

El ministro argumenta que la causa del deterioro de las expectativas es el problema del financiamiento ilícito de la política, mientras que las reformas tendrían solo efectos de corto plazo. El sentido común apunta precisamente en el sentido contrario. No debería ser importante el efecto en la inversión y el crecimiento de un problema político cuyo conocimiento está llevando a una corrección del mismo.

En cambio, las reformas tributaria, laboral y constitucional deterioran el crecimiento de tendencia, a lo que se suma una serie de proyectos de ley que también terminan por desincentivar la inversión, relativos a normas ambientales, de uso de suelo, proyectos inmobiliarios, código de aguas y varios más. Se ha planteado que una mejor calidad de educación podría compensar estos efectos negativos. Es teóricamente correcto en el largo plazo, sin embargo, la mejoría en calidad en los proyectos del Ministerio de Educación brilla por su ausencia.

Difícil tarea la del ministro de Hacienda, que está tratando de “cuadrar el círculo”, al buscar crecimiento económico y, en forma simultánea, seguir avanzando en un programa de Gobierno que en su esencia dificulta significativamente el desarrollo del sector privado.

Columna de Cecilia Cifuentes, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en El Mostrador Mercados.-

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