A CONTINUACIÓN, REPRODUCIMOS LA COLUMNA DE LA ABOGADA CONSTANZA HUBE, PUBLICADA EN EL DÍNAMO.
Recientemente, el Ministro Eyzaguirre anunció el envío de un proyecto de carrera docente para los meses de octubre y noviembre, señalando que dicha iniciativa sería el “corazón de la reforma”. Este anuncio parece inesperado, tomando en cuenta que de acuerdo a los proyectos presentados previamente –fin al copago, lucro, selección y el interventor- los profesores no parecían ser una prioridad para el Gobierno.
De lo planteado por el ministro, esta iniciativa implicaría mejores salarios, mayores exigencias para los futuros y actuales profesionales, más tiempo de horas no lectivas, entre otras. Las mejores condiciones laborales de los profesores tiene como objetivo de largo plazo que sean mejores alumnos quiénes estudien pedagogía.
En este contexto, parece necesario tener presente que actualmente está en el Senado un proyecto de nueva carrera docente -presentado por el gobierno anterior- y que esta administración ha decidido “suspenderlo”. Dicha iniciativa fue fruto de un acuerdo entre los parlamentarios oficialistas y de oposición y tiene por objeto principal elevar las remuneraciones de entrada al ejercicio de la carrera docente en todo el sector subvencionado para los mejores egresados de pedagogía. Así, se busca atraer a los mejores talentos complementando la Beca Vocación de Profesor. Lo anterior iría de la mano de una evaluación obligatoria para los egresados de pedagogía que quieran trabajar en el sector subvencionado y la reducción las horas lectivas para que los profesores tengan más tiempo preparar sus clases, estudiar y apoyar en consecuencia el aprendizaje de sus alumnos.
¿Por qué no aprovechar un proyecto que alcanzó consenso transversal en la Cámara de Diputados para el cumplimiento de los mismos objetivos? Sin duda, una de las grandes razones –junto con no entregar ningún tipo de beneficio político al gobierno anterior- sería que un proyecto como este debe ser negociado punto por punto con el colegio de profesores. No está demás señalar que dicho organismo ha sido el que se ha opuesto permanentemente a una carrera docente que implique flexibilidad para sacar de las aulas a los docentes que no cumplan con niveles de calidad y que otorgue incentivos por desempeño y no por antigüedad.
Es indudable que el gremio de los profesores debe ser escuchado en el marco de una discusión sobre carrera docente, pero una cosa distinta es seguir la pauta que dicho grupo de interés plantea. Si esto es lo que pretende el Ministerio de Educación con este nuevo proyecto de carrera docente, no son muchos los cambios que veremos en esta materia, especialmente en lo que se refiere a calidad.
