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Percepción de negocios de las personas

Pulso

El Banco Central de Chile publicó el Informe de Percepciones de Negocios de agosto 2017. Este trabajo reúne información “blanda” bastante valiosa, puesto que es recogida a partir de entrevistas cara a cara realizadas a diversos actores productivos a lo largo de todo el país sobre su visión de la actividad que realizan.

¿Qué visiones entrega el reporte en esta oportunidad? Comparado con el informe publicado en mayo, se observa con algo de mayor claridad, un repunte de las percepciones hacia el 2018, donde se menciona que la mejora económica estaría relacionada directamente con los resultados electorales. Sin embargo el empleo pareciera estar aún lejos de repuntar.

Por el lado de la actividad, se perciben algunas mejoras en sectores como la minería y en aquellas actividades ligadas al sector exportador, donde precios más favorables y una demanda externa mayor, han dado un impulso favorable. Específicamente en la minería, si bien una parte de los entrevistados prevé un repunte de la actividad hacia la segunda mitad de este año, la gran mayoría lo espera para el 2018.

Por el lado de la inversión, se nota un aumento de iniciativas de proyectos en miras hacia un 2018 que contempla mejores perspectivas. Además, se estarían aprovechando buenas condiciones de financiamiento (tasas bajas y buenos precios) para planificar. Sin embargo, por el momento se trata de proyectos enfocados en la reducción de costos y la mecanización de tareas.

En el mercado laboral, en tanto, de manera generalizada se aprecia un panorama deprimido: aunque no se estarían realizando más reducciones de personal, no se están reemplazando aquellos que salen y no se pretende aumentar dotaciones.

Además, se observa bastante gente sin trabajo, al tiempo que han bajado las pretensiones de renta y que las personas están ampliando el espectro dentro del cual se emplearían (aunque exista sobre calificación). Al respecto, se menciona la incertidumbre sobre la reforma laboral como un factor que se está tomando en cuenta a la hora de mecanizar procesos y reducir la demanda por mano de obra. Esto, en especial en aquellas empresas en las cuales hay negociaciones sindicales pendientes.

De esta manera, y aunque el panorama que aquí se perfila no es muy alentador, al menos pareciera estar despejando algunas nubes y preparándose para un mejor clima. En lo concreto, deberíamos ver hacia adelante, y como primer paso, una mejora en el sector minero y el sector exportador en lo más próximo.

Lamentablemente el daño en el mercado laboral pareciera ser más profundo y, por lo tanto, tardaría más en recuperarse, factor que está directamente relacionado con el consumo y, por lo tanto, con una demanda interna más dinámica.

No hay que perder la esperanza, no. Pero si hay algo que hemos aprendido estos últimos años es que el crecimiento económico no está dado. Hay que trabajarlo, incentivarlo y protegerlo. Aún con shocks internacionales adversos, siempre hay una porción importante que depende de nosotros mismos. No debemos olvidar que no hay mejor política social que un buen empleo. Que haya trabajo y que éste sea bien remunerado.

Lo dicen los entrevistados: no da lo mismo el resultado de las próximas elecciones presidenciales.

 

Columna de Carolina Grrünwald, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en Pulso.-

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