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Inflación de junio: por debajo de lo anticipado

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el sexto mes del año 2017, el cual registró una variación negativa respecto a mayo de 0,4%. Esta cifra –a diferencia de los dos meses  anteriores- está bastante por debajo de las expectativas del mercado, recogidas tanto en la última Encuesta de Operadores Financieros (EOF) como en Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), ambas realizadas por el Banco Central de Chile (BCCh).

Luego de este nuevo dato, en la primera mitad del 2017 se acumula apenas un 1,1% de aumento de precios y en 12 meses se alcanza un 1,7%, pasándose ahora a estar por debajo del rango de tolerancia del Banco Central de Chile. Esta es la menor cifra de inflación interanual desde fines de 2013. Vale la pena recordar, que a comienzos de 2016 se registraba una inflación interanual de 4,8%, y que recién en agosto se bajó del  4%, y de hecho, en junio del año pasado se alcanzaba un 4,2% interanual, luego de un elevadísimo 0,4% mensual, de ahí que la inflación promedio del año pasado haya sido un relativamente elevado 3,8%. Lo que, como se ha observado en lo que va de este año,  aún impacta en algunos precios con reajustes indexados, como lo son la educación, cuyo importante reajuste vimos el mes marzo y la salud, en abril.


En concreto, siete de las doce divisiones de la canasta presentaron disminuciones  en sus precios respecto a mayo, aunque en Bienes y Servicios Diversos la baja y su incidencia fueron prácticamente nulos, mientras que tres divisiones –Bebidas Alcohólicas y Tabaco, Salud y Restaurante y Hoteles- mostraron aumentos,  pero con una incidencia pequeña de apenas 0,018 puntos porcentuales en el índice agregado, debido al peso relativamente bajo de éstas en la canasta sumado a aumentos muy discretos de sus precios. Por último, como suele ocurrir después del gran ajuste de marzo, Educación no mostró cambio alguno, a lo que se suma Comunicaciones.

Partiendo por  las bajas relevantes, se destaca Recreación y Cultura, con una importante caída mensual de 2,6%, lo que se traduce en una  incidencia de -0,162 puntos porcentuales, debido a que su peso en la canasta del IPC es relativamente bajo (6,76%). Nótese aquí que el mes pasado esta misma división lideró los aumentos mensuales, muy influido por efectos estacionales, lo que en parte se revierten este mes. Con esto la división acumula un 0,1% de aumento de precios en lo que va del año y un -1,2% en doce meses, volviendo a terreno negativo, como fuera la tónica los 6 meses previos a mayo.

A esto le sigue Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, con un retroceso mensual de 0,6 y una incidencia negativa de -0,129 puntos, similar al mes recién pasado. Esto resulta positivo considerando que en febrero, marzo y abril esta división presentó aumentos relevantes, al igual que en 2016,  lo que siempre es preocupante al tomar en cuenta que es la de mayor peso en la canasta del IPC con un 19,06% de participación. Más aún, de acuerdo a la VII Encuesta de Presupuestos Familiares, insumo esencial para la construcción del a canasta del IPC, la preponderancia de los Alimentos en la canasta es un fenómeno aún más marcado en los hogares del 20% de menores ingresos, quienes destinan un tercio de sus ingresos a alimentos.

A estas bajas  les sigue Vestuario y Calzado, con un nuevo retroceso de 1,8% respecto a mayo, lo que lo transforma en la división con mayor retroceso tanto en lo que va del año (-3,5%) como en 12 meses (-5,5%).

Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de LyD, explica que si bien la inflación resultó mucho menor de lo esperado (en torno a cero o levemente negativa), se aprecia que hay efectos puntuales, además de un dólar que en junio se cotizó en $665, esto es 1% menos  que el mes anterior y 2,3% menos que en igual mes de 2016, lo que impacta a los transables. Adicionalmente, cuando se ven otros indicadores analíticos de la inflación, como la inflación de servicios, de la vivienda o de no transables en general, se da cuenta que si bien estos han tendido a ir a la baja, aún se encuentran en niveles cercanos, o incluso por sobre el 3% en términos interanuales.

"Se debe ser cuidadoso antes de clamar por bajas adicionales de tasa por parte del Banco Central, ya que es esperable que la inflación se normalice hacía fines de año cuando los efectos del dólar y de la alta base de comparación vayan quedando atrás, además de una economía que se perfila –aunque sea en el margen-  algo más dinámica", señala Klapp.

 

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