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IPC de marzo sin mayores sorpresas  

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el tercer mes del año 2017, el cual registró una variación respecto a febrero de 0,4%. Cifra absolutamente en línea con las expectativas del mercado, recogidas tanto en la última Encuesta de Operadores Financieros (EOF) como en la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), ambas realizadas por el Banco Central de Chile (BCCh).

Luego de este nuevo dato, en lo que va del 2017 se acumula un 1,2% -tras el relativamente elevado registro de enero muy influido por el tabaco y la gasolina-  y en 12 meses se mantiene el 2,7% con el que también se cerrara 2016, siempre por debajo del centro del centro del rango de tolerancia del Banco Central de Chile. Vale la pena recordar, que a comienzos de 2016 se registraba una inflación interanual de 4,8%, y que recién en agosto se bajó del 4%, de ahí que la inflación promedio del año pasado haya sido un relativamente elevado 3,8%, lo que aún impacta en algunos precios con reajustes indexados.

 

En concreto, siete de las doce divisiones de la canasta presentaron aumentos en sus precios, aunque en dos de ellos -Salud y Bienes y Servicios Diversos- las alzas y sus incidencias fueron prácticamente nulas, mientras en cuatro divisiones el retroceso fue de gran magnitud.

Volviendo a las alzas, como suele ocurrir en el mes de marzo éstas son lideradas por Educación, con una elevada variación mensual de 4,3%, lo que se traduce en una incidencia de 0,352 puntos porcentuales. En general, y como es de esperarse, prácticamente el 75% de este aumento en la división Educación, se explica por los reajustes en los servicios de educación universitaria, institutos profesionales y  educación básica (en particular de quinto a octavo).

A este le sigue, Alimentos y Bebidas no Alcohólicas que vuelve a presentar un aumento relevante en marzo, con un 0,5% respecto a febrero, equivalente a 0,104 puntos, situación muy similar a la del mes pasado cuando también se observaron aumentos relevantes en esta importante división.  Esta división, como es bien sabido, es la de mayor peso en la canasta del IPC con un 19,06% de participación. Hoy, pese al reciente aumento solo se acumula un 0,9% de aumento en lo que va del año, y la variación en 12 meses es de un 3,7%, por encima de los últimos meses, pero aún muy por debajo del promedio de 2016, lo que es una relativamente buena noticia. Esto, pues de acuerdo a la VII Encuesta de Presupuestos Familiares, insumo esencial para la construcción de la canasta del IPC, la preponderancia de los Alimentos en la canasta es un fenómeno aún más marcado en los hogares del 20% de menores ingresos.

Por último, Vivienda y Servicios Básicos, con un 0,3% respecto al mes pasado y una incidencia de 0,045 puntos porcentuales, muy influido por los Arriendos, los cuales al muchas veces reajustarse considerando la inflación reciente, mantienen la inercia en la inflación. Vale la pena recordar que en febrero esta división fue por lejos la que más impactó en el indicador.

Por el lado de las bajas estas son claramente lideradas por Transporte, muy influido por una baja de la gasolina en marzo, aunque dentro de una tendencia más larga al alza en el precio mundial del crudo , y una baja típica del fin del verano del servicio de bus interurbano.

Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de LyD, explica que no hubo mayores sorpresas y que la convergencia inflacionaria continúa siendo sumamente clara, de manera consistente con una economía qué mostró un último trimestre muy débil en 2016 y que ha tenido un comienzo de año decepcionante. A lo que además se suma un tipo de cambio relativamente estable con un peso aún bastante más apreciado de lo que se observó a comienzo del año 2016 cuando superaba los $710, lo que naturalmente incide, especialmente en los transables.

Los indicadores subyacentes, aquellos que excluyen los productos más volátiles –como alimentos y energía-  y que tienden a entregar una idea más clara del comportamiento de tendencia, también se han moderado en línea con esta economía poco dinámica y un mercado laboral en franco deterioro.  Lo anterior, pese a que muchos precios en nuestra economía siguen teniendo bastante inercia como lo ilustran los arriendos o los servicios educativos,  lo que suele retardar el proceso de convergencia y se refleja por ejemplo en el IPC de No Transables  aún supera el 3%.

"Ahora, y por buscar algo relativamente más positivo, este escenario de menor inflación permite al Banco Central llevar a cabo una política monetaria más expansiva. Una baja, o incluso dos, de la tasa de política en los próximos meses parece bastante seguro", dice Klapp.  Sin embargo, no debe olvidarse que cualquier impulso que esta política monetaria más expansiva pueda dar es bastante marginal en el contexto de la actual desaceleración.

 

 

 

 

 

 

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