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Usuarios del crédito: ¿Qué se espera para 2017?

Pulso

El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) publicado por el Banco Central la semana pasada describe la situación que vive nuestro país desde la perspectiva de la estabilidad financiera de nuestra economía.

A nivel más específico, es interesante detenerse en la evolución de la situación financiera tanto de las empresas como de los hogares. Si bien el Informe menciona que el mercado de capitales continúa con un bajo costo de financiamiento, advierte del riesgo de traspaso del aumento de las tasas largas externas a nuestra economía interna. Esto, sin incorporar la información del aumento de tasas de la FED reciente, lo que ocurrió con posterioridad al cierre estadístico del IEF.

Por el lado de las empresas se observa una leve reducción de la deuda al tercer trimestre de 2016, lo que se atribuye principalmente al tipo de cambio. Sin embargo, aún con esta disminución, el nivel de endeudamiento es históricamente alto. Se debe estar atentos entonces al costo de éste, que podría aumentar, además de por la variación de tasas de la FED, por la evaluación de riesgo para Chile donde Fitch, aunque mantuvo nuestra clasificación en A+, estableció en diciembre de 2016 una perspectiva negativa para la clasificación de riesgo del país.

Por el lado de los hogares, el endeudamiento agregado continúa aumentando, con una Razón de Deuda a Ingreso Disponible Hipotecario (RDI) que ha registrado un alza en torno a un 5,3% en dos años y una Razón de Carga Financiera a Ingreso Disponible Hipotecario (RCI) que aumentó 2% en el mismo período. Hacia adelante se prevé como mayor riesgo el que pueda deteriorarse el mercado laboral, lo que dañaría la situación de endeudamiento de las personas al afectar su capacidad de pago.

Por lo tanto, la situación crediticia de las empresas y de los hogares enfrenta riesgos no muy lejanos para este año que comienza. Por una parte, está el aumento del costo de los créditos, que aumentarían en caso de una rebaja en la clasificación de riesgo de nuestro país. Para los hogares, además está el componente de la actividad, por lo tanto, del empleo, sin el cual se complica el cumplimiento de los compromisos financieros.

Aunque no se registran niveles “especialmente altos” de deuda, se observa que esta va creciendo y hay que cuidar que esa carga no se haga demasiado pesada.

 

Columna de Carolina Grünwald, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en Pulso.-

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