Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Tensa semana en La Araucanía

Esta semana se conmemoran dos hechos que sin duda han marcado la historia del denominado conflicto mapuche. El aniversario de la muerte de Matías Catrileo y el asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, ocurrido en 2013, han cambiado el rumbo de la problemática mapuche, profundizando el clima de violencia y temor en los habitantes de la zona sur de nuestro país.

"La crisis que se ha desencadenado en La Araucanía y alrededores, se ha caracterizado por una preocupante falta de reconocimiento de la gravedad de los hechos por parte del Gobierno, por manifestaciones muchas veces de carácter terrorista y por la instauración de una sensación de total abandono e inoperancia por parte del Ejecutivo," señala Yasmín Zaror, investigadora del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo. Sin duda alguna, los ataques y hechos violentos vividos en los últimos años, son realizados por minorías mapuche que no dudan en utilizar la fuerza como elemento de reivindicación política, impulsados ciertamente por la total impunidad en la que quedan sus actos.

Hoy, recién iniciado el 2017, ya han ocurrido en Lumaco y Cañete los primeros ataques incendiarios del año, en este último –como ya es tendencia- se exige la liberación de la machi Francisca Linconao, una de los 11 acusados del brutal ataque que produjo la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, caso en el que aún no se ha hecho justicia. Además se han convocado y realizado múltiples manifestaciones y tomas a lo largo del país, en apoyo a la situación de la machi, la que actualmente se encuentra realizando una huelga de hambre en espera de su liberación, y que incluso ha sido visitada por el actual Intendente de la región José Miguel Hernández.

Esperemos que el Gobierno esté dando señales equivocadas. A juicio de Zaror, resulta inaceptable la insensibilidad y la falta de voluntad política de la actual autoridad de entregar soluciones a las miles de víctimas que ha causado el conflicto a lo largo de los años. "No queremos que existan más casos como el de los Luchsinger Mackay", aclara.

 

 

 

otras publicaciones