Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

IPC de noviembre: Marginalmente sobre lo esperado

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el penúltimo mes del año 2016, el cual registró una variación respecto a octubre de tan solo 0,1%. Cifra marginalmente por encima de las expectativas del mercado, recogida en la última Encuesta de Operadores Financieros (EOF), pero en línea con la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), ambas realizadas por el Banco Central de Chile (BCCh), que adelantaban una variación de 0% y 0,1% respectivamente.

Al igual que el mes pasado, la variación interanual se mantiene por debajo del centro del rango de tolerancia del Banco Central de Chile, lo cual no ocurría desde enero de 2014. Tras el mencionado 0,1% mensual entonces se alcanza un 2,9% de variación en 12 meses. Vale la pena recordar, que hace un poco más de un año, en agosto de 2015, se registró la variación máxima de este ciclo que alcanzó un preocupante 5,0% interanual (y bastante más para las medidas subyacentes).

En concreto, cinco de las doce divisiones de la canasta presentaron aumentos en sus precios, educación –como suele suceder excepto en marzo- se mantuvo inalterada, mientras que cinco divisiones mostraron caídas en sus precios, entre las que se encuentran, a diferencia de los meses anteriores, alimentos, con lo que la preocupación por el alza de estos continúa atenuándose.

Las alzas son lideradas por Vivienda y Servicios Básicos , con una incidencia de 0,066 puntos o 0,5% de aumento respecto al mes anterior, seguido por Bienes y Servicios Diversos, con una incidencia de 0,33 o 0,4% de variación. Ambas categorías con alta incidencia de bienes no transables (como servicios) lo que como se verá más adelante es relevante para el análisis de la trayectoria futura del IPC.

En cuanto a las bajas, Vestuario y Calzado vuelve a dominar, consolidándose como la división que mayores bajas acumula en 2016. Luego de la reciente contracción de 1% respecto a octubre, acumularía 2,2% de retroceso respecto a igual mes de 2015. La segunda baja más relevante corresponde a Transporte, y aquí vale la pena recordar que si bien en los últimos dos meses tuvimos alzas relevantes de esta división con un marcado componente estacional de los pasajes durante las fiestas patrias y los feriados, ésta ha venido registrando disminuciones en sus precios y ayudando a la convergencia. La variación acumulada en el año del precio del Transporte es aún negativa (-1,7%), y el nivel actual del crudo pareciera más alineado con su precio de largo plazo, por lo que no se esperarían grandes alzas, más allá de los habituales ruidos geopolíticos y el riesgo cambiario. 

Alimentos y Bebidas no Alcohólicas (que había mostrado importantes aumentos de 1,0% mensual en septiembre, 0,8% de agosto y 1% de julio), muestra un retroceso de 0,4% en octubre y un estancamiento ahora en noviembre, lo que suele observarse con la llegada de los meses cálidos. Esta división, que como es bien sabido es la de mayor peso en la canasta del IPC, con un 19,06% de participación. Tanto en  septiembre como en agosto, mayo y julio, esta división encabezó las alzas explicando una fracción relevante (y en algunos meses prácticamente total) del aumento de precios, por lo que este retroceso y estancamiento es una buena noticia, llevando a que los alimentos acumulen cada vez menores alzas en 12 meses (desde 4,05% en septiembre al actual 3,1%).

Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de LyD, explica que si bien el registro de noviembre fue marginalmente mayor de lo esperado, la convergencia continúa siendo sumamente clara. De hecho, los indicadores subyacentes, aquellos que excluyen los productos más volátiles –como alimentos y energía-  y que por lo general tienden a entregar una idea más clara del comportamiento de tendencia, también se han moderan en línea con esta economía poco dinámica, un mercado laboral estancado, y un peso que si bien ha mostrado algo de depreciación en las últimas semanas, sigue aún bastante más apreciado de lo que se observo a comienzo de año cuando superaba los $700.

"Si bien en un comienzo la menor inflación parecía más bien responder totalmente a la apreciación del peso, reflejada únicamente en el sector transable –el cual actualmente muestra un leve repunte-, hoy ya parece un tanto más claro que el sector no transable estaría contribuyendo aunque bastante más lentamente", explica el investigador. De hecho el IPC de no transables y especialmente aquellos índices ligados a servicios y vivienda  aún se mantienen en el límite superior del rango de tolerancia del Banco Central.

En la próxima reunión de Política Monetaria, primera con el nuevo Presidente del Consejo a la cabeza, habrá sin duda discusión respecto a la pertinencia de un eventual recorte a la Tasa de Política Monetaria. Lo que al menos por ahora, y considerando la prudencia que ha tenido el Banco Central con movimientos en la dirección opuesta en el pasado, no parece demasiado probable. La persistencia de la inflación en los sectores no transables y la prácticamente segura alza de tasas en EE.UU que comenzará a cerrar parte de la brecha de tasas con Chile que naturalmente impacta el tipo de cambio, sumado a una economía con brechas de producto menores a las que alguna vez se pensaron,  son todos factores que hacen de la estrategia de “esperar y ver” particularmente atractiva.

otras publicaciones