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El sueño cubano

Pulso

En 1959 cambió el rumbo de Cuba. Los habitantes de la isla comenzaron a vivir en un régimen que, gustándole o no a sus habitantes, los llevó a un estancamiento profundo y a un empeoramiento de los estándares de vida.

Antes de la Revolución, la economía cubana gozaba de altos estándares a nivel mundial. Según información de la ONU, en 1958 en Cuba había un promedio de 1 cama por cada 190 habitantes, cifra que excedía la meta de los países desarrollados de esa época de 200 personas. Luego, la Revolución prohibió el ejercicio de la medicina privada y se enfocó en la formación de médicos para atender gratuitamente a la población, de los cuales al año 2008, entre un 35% y un 48% de ellos trabajaba en el exterior, principalmente en Venezuela. En temas sanitarios, por su parte, el deterioro de la infraestructura de agua potable ha provocado aumento en enfermedades como la hepatitis e intoxicación por consumo de alimentos en mal estado, al tiempo que el aumento de la prostitución junto a la escasez de mecanismos para protegerse, ha conducido a un aumento importante de enfermedades venéreas.

En términos de remuneraciones, en 1958 Cuba ocupaba el lugar número ocho en el mundo en pago a trabajadores del sector industrial, superada sólo por países como Estados Unidos, Canadá o Suecia. Además, según datos del Ministerio del Trabajo de Cuba, gozaban de la menor tasa de desempleo de América Latina (7%). En la actualidad, en Cuba, el año 2014 el salario medio estatal era sólo de US$ 24 al mes, mientras que en Chile, el 2015 el salario medio fue de $ 505.477, es decir, unos US$ 770.

Por el lado de la educación, la Revolución expandió el sistema público, expropiando tanto escuelas como universidades no privadas, además de prohibir la enseñanza privada. Hoy existen problemas importantes en el sistema educativo, por cuanto las bajas remuneraciones y la falta de incentivos han llevado a los profesores a dejar sus trabajos en el Estado en búsqueda de mejores oportunidades, ya sea un trabajo mejor pagado, o la migración.

La Revolución, por tanto, no ha sido un buen camino para evolucionar como país. En Cuba la falta de libertad ha llevado a la sociedad a un estado “igualmente” precario.

Columna de Carolina Grünwald, economista senior de Libertad y Desarrollo, en Pulso.-

 

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