El Presupuesto 2017 está "en el límite de lo razonable". Así califica el proyecto que el Gobierno empezó a tramitar esta semana Rosanna Costa, actual subdirectora de Libertad y Desarrollo y quien entre 2010 y 2014 lideró la Dirección de Presupuestos (Dipres), institución donde nace y se construye el erario nacional.

Con esa autoridad, la economista afirma que este no es un Presupuesto austero: "Cumple estrictamente con la regla de balance estructural, pero que ya fue relajada a principios de año".

Una de las mayores preocupaciones, destaca, es que el déficit efectivo siga aumentando, pasando de 3,1% del PIB este año a 3,3% del PIB en 2017. Por otro lado, señala que los gastos comprometidos ya exceden lo que es posible de financiar con los ingresos existentes, lo que dejará un nulo espacio para el nuevo gobierno, a partir de 2018.

"Hay que hacerse cargo de que con este nivel de crecimiento económico el gasto público no puede crecer como estábamos acostumbrados. Sin embargo, hay expectativas desenfrenadas y más allá de lo razonable", advierte.

-¿Qué herencia fiscal va a dejar este gobierno?

"Este gobierno partió desanclando las cuentas fiscales. Hizo una reforma tributaria cuyos tiempos no conversaban con la aplicación de las otras reformas que implicaban gastos, como la educacional. Sabíamos cuándo aumentaban los ingresos de la reforma tributaria, pero no cuándo se tendrían los nuevos gastos. Si se quiere financiar los gastos con la reforma tributaria y seguir la regla, tiene que ser al mismo tiempo, o si no quiere decir que la reforma tributaria se gasta en otras cosas, y eso es lo que pasó en la práctica. Y además eso afectó el crecimiento de mediano plazo del país".

-¿Qué restricciones generan para el próximo gobierno los compromisos adquiridos en esta administración? ¿Queda algún espacio?

"Ninguno. Los gastos comprometidos exceden lo que es posible financiar con esta regla más holgada. Para tener espacio para los próximos años, cualquier gobierno deberá rebajar gasto comprometido, para disminuir esa brecha. Eso es muy preocupante. La situación fiscal que heredará el próximo gobierno es muy compleja".

-¿Qué opciones le quedan a la siguiente administración si quiere financiar nuevas prioridades?

"La opción de verdad que a este país le urge es subir el crecimiento de largo plazo. Eso no se logra en un día, pero es lo que hay que hacer. Estamos pagando el costo de la caída en el crecimiento de largo plazo, que es por esencia lo que permite aumentar los ingresos presupuestarios de cada año".

"Para eso hay que mejorar la competitividad, la productividad y entrar en un diálogo para que en todo lo que se haga, el crecimiento sea prioritario. Y cuando digo eso no estoy diciendo que nos vamos a olvidar de la política social, de la pobreza. Pero hay que hacerlo compatible y consistente. Y se puede. Lo hemos hecho durante más de 30 años".

-¿Y se dejó de hacer?

"Sí, se dejó de hacer. Se han olvidado de poner el foco en el crecimiento, se están haciendo reformas sin calibrar su calidad, sin medir su impacto ni en productividad ni en pobreza, se han olvidado de los pilares que nos han acompañado todo este tiempo".

-¿Cómo puede reaccionar un nuevo gobierno frente a eso?

"Hoy todos los que están haciendo programas de gobierno tienen que hacerse cargo de esta realidad fiscal y responder cómo la enfrentará. A todos los programas de gobierno que haya debemos preguntarles cómo van a aumentar el crecimiento, para que esto calce. Aquí solo promesas no caben; estas tienen que venir de la mano de ingresos. Y, primero, hay que bajar el gasto comprometido porque no está financiado y eso implica un recorte, por lo menos, de compromisos.

"Es urgente bajar las expectativas y ponerles paños fríos a los compromisos. La gratuidad universal, por ejemplo, no se puede ni en el mediano plazo".

-¿Ve caídas en el gasto hacia adelante?

"Si actuamos seriamente, no debiésemos necesitar pasar a caídas de gasto, pero vamos a ver crecimientos más bajos que el 2,7% del 2017. El aumento del gasto de 2,7% viene de la mano de un año en que hay ingresos extraordinarios estructurales producto de la reforma tributaria. Eso se va a repetir en 2018, pero no se repite nunca más, entonces si del 2019 en adelante no tenemos aumentos del crecimiento tendencial y del precio del cobre de largo plazo, tendremos tasas de crecimiento del gasto más bajas de las que estamos viendo hoy".

Foco en el tema previsional

-Usted ha integrado distintas comisiones previsionales. ¿Cómo evalúa el énfasis en pensiones del Presupuesto 2017?

"El tema previsional apareció como cuarto eje del Presupuesto y es uno de los elementos más valorables del proyecto, lo aplaudo. Porque entrega solidaridad financiada como se debe, que es con ingresos generales y no con ingresos de los trabajadores asalariados. Destaco la forma y el fondo. Me parece que la solidaridad se entregue en el sistema de pensiones a través de un pilar solidario, que es un beneficio de pensiones más grande a los que tienen menos. Y se financia con los impuestos de todos, lo que tiene elementos de progresividad, de corrección de externalidad, y no es con cargo al trabajo. La propuesta es pequeña, porque no hay muchos más recursos, pero es realista y apunta y se hace de la forma correcta".

"Estamos pagando el costo de la caída en el crecimiento de largo plazo, que es por esencia lo que permite aumentar los ingresos presupuestarios de cada año".

"Es urgente bajar las expectativas y ponerles paños fríos a los compromisos. La gratuidad universal, por ejemplo, no se puede ni en el mediano plazo".

Entrevista a Rosanna Costa, Subdirectora de Libertad y Desarrollo, en El Mercurio.-