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Nuevos aires

El Mercurio

Soplan aires de cambio. El último traspié gubernamental y el ajuste ministerial de algún modo anticipan la caída del telón de su mandato y adelantan la largada de la próxima carrera presidencial. Las expectativas empresariales denotan un repunte y la bolsa sube más de 5% en el mes. ¿Qué podrán anticipar las elecciones de hoy?

Los comicios municipales importan porque los gobiernos comunales tienen a su cargo -aunque con facultades más limitadas de lo que suele suponerse- materias que nos son muy cercanas. Ojalá el sufragio sea masivo. Votar nos hace sentir partícipes de la vida en común y vibrar con el destino compartido. En general, sin embargo, no cabe esperar mayor cambio: en más del 80% de las comunas es el actual alcalde quien va a la reelección y, en elecciones pasadas, más del 60% de quienes lo intentaron resultaron triunfadores. La escasa propaganda que ha caracterizado el actual proceso -muy regulado tras los escándalos del financiamiento de la política- exacerba la ventaja del candidato titular.

Pero más allá de su carácter local, buena parte del interés estará esta noche en la evaluación política del escrutinio. Dos dificultades ofrece ese ejercicio. La primera es la abstención, la cual se presume sería superior al 43% registrado en la elección anterior. Si así fuese, muchos quebrarán lanzas contra la voluntariedad del voto, vigente desde entonces. Pero, como hacen ver Loreto Cox y Ricardo González, en lúcido documento del Centro de Estudios Públicos (Elecciones Municipales en Frío, octubre, 2016), esa disposición no hizo sino transparentar el declive de la verdadera participación electoral desde 1992 en adelante y, en cualquier caso, en democracias tan maduras como las de EE.UU. y el Reino Unido, los comicios municipales suelen concitar poco más de 20 y 30% de participación, respectivamente. Como típicamente las elecciones presidenciales y parlamentarias acarrean una votación mayor que las municipales, sus resultados no son fácilmente extrapolables.

La otra dificultad para la lectura política de los resultados es la pluralidad de mediciones diferentes que ellos permiten. Pese a esto, los datos históricos muestran notable estabilidad. No cabe por tanto esperar grandes variaciones esta noche: una vez más, lo probable es que la coalición de centroizquierda, que ofrece una gama mucho más amplia y diversa de opciones que la de centroderecha, obtenga la mayor votación. Por eso quizás la atención suele dirigirse a unas cuantas "alcaldías emblemáticas". Se dice que los éxitos que allí obtuvieran la Alianza en 2008 y la Nueva Mayoría en 2012 anticipó el cambio acontecido en las siguientes presidenciales.

Veremos qué sucede hoy. En cualquier caso, el mejor pronóstico tal vez lo haya dado el hoy galardonado Bob Dylan, entonando: for the loser now/will be later to win/for the times they are a-changin'.

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