Señor director:

Más de dos años lleva en tramitación el proyecto de ley del Sernac y persisten los cuestionamientos. Ante la crítica de estar entregando excesivas facultades al Sernac, el Ejecutivo a regañadientes incorporó a su propuesta un Consejo Normativo, pero con tan limitadas atribuciones que poco ayudará al logro de un acuerdo.

Inicialmente propuso un consejo meramente consultivo, pero luego aceptó entregarle facultades vinculantes para aprobar o rechazar normas e interpretaciones, siempre que fueran presentadas por el director del Servicio. Para estudiar materias distintas, exigió que sea solicitado por unanimidad de los consejeros.

Resulta difícil entender la reticencia del Ejecutivo a avanzar en una propuesta efectiva que permita evitar actuaciones discrecionales por parte de esta nueva súper agencia y promover el necesario diálogo regulatorio. El proyecto quiere entregar al Sernac facultades para fiscalizar, sancionar, normar e interpretar, llevar a cabo procedimientos de mediación y hacerse parte en demandas colectivas, entre otros, pero esquivando cualquier tipo de contrapeso a tan desmedida concentración de atribuciones.

Es de esperar que para proteger a los consumidores, en lo que queda de tramitación se tengan en cuenta las legítimas preocupaciones que genera este proyecto y se abra espacio para propuestas que garanticen un mayor equilibrio.

Carta de Susana Jiménez, Coordinadora de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, en La Tercera.-