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Entrevista a Rosanna Costa: “Estamos frente a la segunda gran reforma tributaria del Gobierno”

Rosanna Costa

Entre cálculos y análisis sobre las recientes medidas anunciadas por el Gobierno para modificar el sistema de pensiones han transcurrido los últimos días de la ex directora de Presupuestos de Sebastián Piñera y subdirectora de Libertad y Desarrollo (LyD), Rosanna Costa. Y aunque advierte que no es mucha la información que ha podido recabar, al menos ya tiene algunos números sobre la mesa.

¿Qué impacto tendría para el sector privado la medida que impulsa el Gobierno de aumentar en 5% la cotización con cargo a los empleadores? JP Morgan habla de US$ 4.200 millones.

Considerando un aporte de 5% a los que hoy están en el sistema de capitalización, el costo es de alrededor de US$ 3.340 millones. Cuando se suma el efecto de subir en 50% el tope imponible da una cifra adicional de unos US$ 907 millones. Estamos hablando de más de US$ 4.000 millones que equivalen en torno a 1,7 y 1,8 puntos del PIB. Desde el punto de vista macroeconómico, esta reforma es un impuesto al trabajo. Si se compara con lo que fue la reforma tributaria, que recaudaba 3 puntos del producto, estamos hablando de un aumento de impuesto al trabajo sustantivo: es más de la mitad de la reforma tributaria.

¿Una nueva reforma tributaria?

Es tributaria. Éste es un aumento de impuesto al trabajo. Podemos llamarlo como queramos, pero es un ingreso que paga el empleador, que el trabajador no recibe y que se va a una cuenta solidaria. Eso es un impuesto y como todo impuesto, tal como bien dijo el ministro (Valdés) en la conferencia de prensa, tiene efectos como disminuir el empleo, los salarios e impactos diferenciados en los sectores transables y no transables de la economía. La gradualidad permite ajustar mejor el impacto, pero éste existe.

¿Espera menos discusión que el que hubo para la controvertida reforma tributaria?

No sé cómo se dará el debate. Pero hay que destacar que el impuesto al trabajo es uno de los más nocivos o ineficientes para la economía, porque afecta el incentivo al trabajo y sanciona sus ingresos. En ese sentido, no es un mecanismo solidario. Nuestro sistema de capitalización busca la solidaridad, hasta antes del anuncio, a través del pilar solidario, que tiene el rol de redistribuir y mejorar las pensiones de quienes han capitalizado menos, pero que se financia con impuestos de todo tipo, no con los ingresos del trabajo. "Revisar las prioridades"

Pero los recursos tienen que salir de alguna parte.

Esto se podría financiar revisando prioridades. Se puede mirar la cotización que se está haciendo en el fondo de seguro de cesantía, donde se están acumulando bastantes recursos, y también se puede fortalecer el ahorro en la cuenta de ahorro individual.

Cuando usted dice "revisar prioridades", ¿a qué se refiere específicamente?

A que cuando hay una cantidad de recursos disponibles —y ya no son muchos—, los gastamos en un listado de prioridades como educación superior, u otras, que a lo mejor no son las urgencias que habría que poner sobre la mesa. Por eso, hay que re pensar en qué destinaremos los recursos disponibles en el corto plazo. Están las pensiones, la salud, los niños. Es ahora cuando se hace más vigente priorizar y focalizar y hacernos cargo de que estamos frente a la segunda gran reforma tributaria del Gobierno.

El nuevo pilar que se quiere crear de "ahorro colectivo solidario", ¿es o no un pilar de reparto?

Hay algunas diferencias en lo que les he escuchado a los dos ministros respecto de este pilar (Rincón y Valdés). En la conferencia y según la Presidenta, éste tendrá un componente intra e intergeneracional. Por lo tanto, en este pilar hay elementos de reparto y de ahorro sobre el colectivo. El ministro de Hacienda dice que no descarta que una parte se vaya a las cuentas individuales, con lo cual el componente tributario se atenúa, pero no sabemos cuáles son las composiciones de estos elementos.

¿Por qué si una parte o toda la cotización adicional que haría el empleador no fuera a las cuentas individuales, no se consideraría un impuesto?

Se atenúa el efecto tributario en la medida en que se sabe que esos ahorros son propios. Sigue teniendo el componente obligatorio y forma parte del salario, sólo que se consume en el futuro. Lo que se está planteando no forma parte del salario ni presente ni futuro, porque será un aporte solidario.

Pero el ministro Valdés dijo que no es un impuesto, porque éstos son los que se recaudan para fines generales.

Dijo una cosa que no comparto y otra que quiero poner sobre la mesa. Los impuestos en Chile deben ir a fondos generales de la nación, porque eso dice nuestra Constitución. Si él reconociera que es impuesto, habría un elemento de constitucionalidad de por medio, porque serían impuestos de afectación. La ministra Rincón habló de que si es necesario cambiar la Constitución habrá que verlo

Entrevista a Rosanna Costa, Subdirectora de Libertad y Desarrollo, en La Segunda.-

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