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Activismo Presupuestario

Pulso

Ya finalizada la discusión presupuestaria 2016, surge como evidente aspecto positivo el que se haya priorizado la sostenibilidad fiscal de mediano plazo, tema que no había sido de importancia en la discusión presupuestaria anterior. El Ministro Valdés ha tenido éxito en mostrar la creciente estrechez de recursos fiscales, y en aprobar un crecimiento del gasto moderado. No se escucharon esta vez discursos de mezquindad fiscal que fueron usuales en el pasado reciente. Volver a poner la disciplina fiscal en el discurso oficial es probablemente el principal aporte de la gestión hasta ahora realizada porel actual Ministro de Hacienda.

Sin embargo, no puede decirse lo mismo sobre la creciente utilización de la Ley de Presupuestos para implementar políticas públicas, y no sólo eso, sino también que sea mediante glosas negociadas entre gallos y medianoche que se implementen cambios institucionales significativos. La aprobación de la glosa de la gratuidad es, sin duda, nefasta en forma y fondo.

Es efectivo que en el pasado se han efectuado asignaciones de recursos a programas nuevos mediante glosas, y aunque no parece ser una forma apropiada de implementar políticas públicas, al menos hasta ahora no se habían cambiado reglas del juego en forma absolutamente discriminatoria, beneficiando a instituciones por estructura de propiedad y simpatía ideológica, perjudicando a otras de igual o mayor prestigio. La reducción del AFI para generar recursos a la gratuidad fue finalmente una reasignación grosera de recursos a dedo, que si bien se hace por ley, no cumple con ningún criterio de estabilidad en las reglas del juego, contribuyendo entonces al escenario global de incertidumbre que ha generado este gobierno. Una política pública clave como la gratuidad, que requería una amplia discusión parlamentaria,  se implementa en una forma tan nefasta que desgraciadamente el fondo queda en segundo plano. Lamentable, porque finalmente esta reasignación discriminatoria de recursos no favorece para nada la calidad de la educación superior, ni menos contribuye a mayor equidad en su financiamiento. En definitiva, una de las razones para que nuestro crecimiento se aproxime al de países vecinos es que estamos siguiendo las mismas malas prácticas políticas de algunos de ellos.  

 

Columna de Cecilia Cifuentes, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en Pulso.-

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