A 40 años del Metro: ¿Buses para los próximos años?

Si hay algo que no es discutible, es que el Metro en Santiago trajo consigo un antes y un después para nuestra capital; hecho que se recuerda hoy con énfasis al cumplirse 40 años desde el primer viaje un 15 de septiembre de 1975, donde cientos de santiaguinos se apostaron en Estación Moneda para ver el trazado de tan solo ocho kilómetros hasta San Pablo, y que contaba con 15 trenes en operación.

Pero hoy la realidad es otra, los usuarios del sistema público de transporte público que producto del Transantiago vieron integrados el metro y buses, que obedeció a un nueva política pública en transporte puesta en marcha el 2007, añoran los expeditos y poco saturados viajes de aquel tiempo. Pero ese no es el ánimo, por supuesto que los sistemas en estas materias deben evolucionar y hacerse cargo de la realidad y demanda de la ciudad; sin embargo, la crítica va al diseño y la mirada al futuro.

Es una extraña coincidencia que el mismo día en que celebramos un nuevo aniversario de aquel primer recorrido, el Senado haya aprobado en general, junto con un incremento a los recursos para el subsidio al Transantiago, una ampliación al giro de la Empresa Metro, autorizándolo a operar buses de superficie; coincidencia preocupante, a lo menos, considerando que el Presidente del Directorio de Metro señaló que una vez aprobada la ley se estudiará dicha facultad, se analizará y se verá si se plantea.

Cabe preguntarse, ¿No debiéramos partir al revés?, pues sin estudios que avalen esta propuesta, sin una estrategia de negocio, ni diseño de operación, solo surgen dudas en cuanto a cómo, cuándo y dónde Metro desempeñará esta función. Recordemos que lo que se está autorizando es a una Empresa del Estado para desarrollar una actividad en la capital que hoy está concesionada a operadores de buses, ¿cómo convivirán ambos sistemas?

No conocemos el plan y si ya avanzada la tramitación legislativa el Ministerio de Transporte no ha sabido responder estas preocupaciones y solo ha argumentado que se trataría de un“operador de última instancia”; no nos queda más que esperar por estas respuestas que debieran darse en el diseño, y no en la puesta en marcha, para que dentro de 40 años más, podamos celebrar un nuevo aniversario y no un día en que se selló otro fracaso, como los sucesivos en materia de transporte público.

 

Columna de Cristina Torres, abogada de Libertad y Desarrollo, publicada en Voces La Tercera.-