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Rosanna Costa en La Tercera: «Probablemente no será el único ajuste que vamos a ver en el producto de tendencia»

rosanna latercera“Es una buena sorpresa para el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés”. Así calificó la ex directora de Presupuestos, Rosanna Costa, la proyección de crecimiento del PIB de tendencia de 3,6%, realizado por los 17 expertos convocados por la cartera de las Finanzas Públicas.

La subdirectora de Libertad y Desarrollo (LyD) asegura que si bien la cifra de crecimiento es “optimista”, más sorpresivo aún fue el precio de referencia del cobre de US$ 2,98 la libra, ya que es “excesivamente alto”.

Agrega que a pesar de que aún no se puede calcular el gasto fiscal para 2016, debido a que no se cuenta con la meta clara de balance estructural, éste será impulsado por los ingresos de la reforma tributaria.

¿Qué le pareció la baja de PIB de  largo plazo a 3,6%?

El Producto de tendencia no sólo baja al 3,6%, sino que tiene un efecto adicional negativo sobre las finanzas públicas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó hace poco sus proyecciones y esto es todavía optimista en relación a eso, está en la cota superior de lo que podría ser una proyección. No no me sorprende el PIB de tendencia de 3,6% ni me sorprende la baja en el nivel del Producto de tendencia, que son los dos efectos que se ven; podría haber sido más. Hay muchos analistas y cuando uno calcula que está dando entre 3% y 3,5% y muchos lo tienen más cercano a 3% y otros a 3,5%. Creo que es una buena sorpresa para el ministro Valdés.

¿A qué se atribuye esta cifra?

Hoy hay una tendencia a la proyección hacia abajo del Producto tendencial, probablemente no sea este el último ajuste que vayamos a ver en el PIB de tendencia. Acá al PIB le han pegado de alguna manera los efectos estructurales de la economía y también los internos y eso se está reflejando en la cifra

¿Qué le pareció la proyección del precio del cobre, que lo ubica en US$ 2,98 la libra?

Eso sí me sorprende, me parece que está excesivamente alto. Me llama la atención la cantidad de expertos dentro del comité que están proyectando precios altos del cobre de largo plazo. Mirando las trayectorias en un período bastante breve hay aumentos de precios bastante significativos y cuando lo miras desde el punto de vista  que se usa para la política fiscal me parece riesgosamente alto.

En ese aspecto ¿cuál debería ser el precio referencial del cobre?

Me parece que US$ 2,8 la libra podría haber sido perfectamente. En el informe de Dipres hay proyecciones bastante optimistas para los próximos años, las que hacen subir el promedio.

¿En cuánto estas cifras condicionan el gasto público para 2016? 

Para señalar un crecimiento del gasto fiscal tendríamos que ver cuál es la meta de balance estructural que se va a poner el gobierno, lo que tampoco ha dicho. Más allá de eso, debiéramos empezar a reorientar la política fiscal nuevamente hacia un patrón mucho más estable, donde orientemos y proyectemos hacia dónde estamos inclinando la evolución y la sostenibilidad de mediano y largo plazo. Tenemos que pensar mucho en esto, lo que aumenta el gasto público en 2016 es básicamente la reforma tributaria, son crecimientos que no son repetibles para adelante, con tasas de PIB potencial de 3,6% o menos y con ajustes pendientes, probablemente en el precio del cobre vamos a tener crecimientos del gasto fiscal bajo y, por lo tanto, el gobierno tiene que empezar a retirar impulso fiscal.

A pesar de que el gobierno aún no ha dado a conocer su meta de balance estructural ¿Qué esperamos en esta materia?

Hay que hacer una revisión más profunda. El FMI entregó hace poco los datos del Capítulo IV, y con sus parámetros de largo plazo nos está indicando que tenemos un déficit estructural de 2,8%, bastante más alto de lo que estamos calculando nosotros, pues probablemente tiene parámetros estructurales más altos y, en algún minuto estos van a ir aflorando en las proyecciones que vienen. Por lo tanto, hay que hacer un presupuesto con una mirada de sostenibilidad más de mediano plazo, incluso, de la que nos está entregando la regla fiscal; particularmente, si tenemos parámetros como el precio del cobre que a la luz de lo que se está viviendo, es un poquito optimista.

Como usted mencionó, la reducción de crecimiento y del precio del cobre tendrán un impacto en las finanzas públicas  ¿se podrán financiar proyectos estructurales como la reforma educacional?

El ministro ha sido bien claro. El costo de los proyectos de educación es más alto de lo contemplado en la reforma tributaria. No se hizo  un ejercicio muy fino en la gratuidad, será mucho más caro de lo que está puesto sobre la mesa y se va a generar una presión por la cantidad de estudiantes que quieran estudiar y probablemente los más antiguos dejarán de pagar el crédito. El ministro Valdés tiene razón cuando dice que hay que ponerle paños fríos, no solamente a las reformas sino que también a las expectativas, si es que se siguen generando respecto a los que se puede financiar con el presupuesto fiscal hoy y en adelante, tanto respecto a las reformas como en el crecimiento normal que todos los años tiene el Fisco en sus gastos de funcionamiento.

En ese sentido, ¿van por el lado correcto cuando han hablado de “priorizar” proyectos contemplados en el programa?

No solamente va por el lado correcto cuando se pretende bajar expectativas. Estos parámetros van a permitir un crecimiento del presupuesto que se alimenta, en mi opinión, en más optimismo del necesario y del que se avizora. En la medida que desaparezca el efecto de la reforma tributaria, vamos a entrar a parámetros mucho más bajos de lo que estamos acostumbrados en el presupuesto y, por lo tanto, las expectativas sobre lo que la política fiscal puede hacer, tienen que ajustarse.

 

Fuente: La Tercera.-

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