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21 DE MAYO 2015: ADIÓS AL CRECIMIENTO

Voces La Tercera

SUSANA-JIMENEZ-LYD-2013La Presidenta parece no haberse enterado –ni por la prensa– de la situación económica que vive el país. El reciente cambio de gabinete había alimentado las esperanzas para un cambio de rumbo que priorizara en la agenda el crecimiento económico, fuente de progreso y de la anhelada inclusión social que pregona su programa. Un giro necesario dados los malos resultados obtenidos a la fecha; durante el primer trimestre del año, el PIB creció un magro 2,4% anual y la inversión continuó con la caída que viene registrando por casi 7 trimestres consecutivos, alcanzando -1,7% anual.

Sin embargo, la Cuenta Pública de hoy reveló una total indiferencia frente a esta realidad, que no hace más que postergar el desarrollo socio económico que el país requiere. La Presidenta parece haber querido justificar los débiles resultados en el desfavorable desempeño que afecta a la región latinoamericana, evitando, como era de esperarse, cualquier autocritica respecto del daño causado por sus propias reformas. Es más, aunque reconoció los beneficios que derivan del crecimiento económico en términos de reducir la pobreza y generar recursos para las políticas sociales, se dio el gustito de decir que no apoyaba “cualquier tipo de crecimiento”.

Consistente con esta visión, la Presidenta reveló entre sus preferencias dos aspectos. Primero, que el impulso provendría de la inversión pública, anunciando algunos proyectos en infraestructura hídrica, salud y transporte. La inversión privada, en cambio, no recibió mayor atención, al no existir señal alguna que resuelva la incertidumbre que actualmente mantiene paralizados los distintos sectores. Es así como no hubo lugar en el discurso para anunciar moderación en la reforma laboral, para aclarar en qué consistirá el cambio constitucional, para corregir las falencias en la administración que permitan otorgar mayor certeza jurídica a la hora de obtener la aprobación de proyectos, para revisar la modificación al Código de Aguas, etc.

El segundo énfasis estuvo puesto en políticas que, pudiendo ser necesarias, no son suficientemente sustanciales para generar un repunte en el desempeño económico del país. Así, en sectores importantes como infraestructura, pesca, agricultura y minería ocuparon buena parte del discurso medidas tales como la pavimentación de caminos rurales, desarrollo de caletas pesqueras artesanales, promoción de agricultura familiar campesina y capacitación de minería artesanal, por nombrar algunas. Pareciera haber un complejo por promover medidas más de fondo porque, de tanto condenar los abusos y malas prácticas, parece haberse arrinconado cualquier política pública que pudiera promover la actividad productiva a mayor escala. “Vende más” hablar de multas y sanciones que ocuparse de la generación de riqueza y la creación de empleo.

Es verdad que estamos en un punto de inflexión y de transformaciones, como mencionó la Presidenta en su discurso. El problema es que hoy escuchamos en forma reiterada que seguiremos avanzando en la dirección equivocada. Si no hay un cambio de mirada en el plano económico, no habrá reconstrucción de confianza y el país seguirá perdiendo terreno.

Columna de Susana Jiménez, Economista Senior de Libertad y Desarrollo, publicada en Voces de La Tercera.-

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