Para el investigador del Programa Económico de Libertad y Desarrollo, Francisco Klapp, la mejor fórmula para alcanzar el desarrollo es con un Estado regulador y subsidiario y un sector privado más preponderante. Por ello, afirma que el aumento del gasto público como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), va en la dirección contraria.

- El Gobierno informó que el gasto público representó un 22,4% del PIB en 2014,  uno de los más altos desde 1990, ¿es recomendable este nivel  para una economía como la chilena?

- Es el más alto desde 2009, pero tampoco sorprende demasiado. Chile tiene una regla fiscal que le permite que el gasto se expanda por arriba del Producto Interno Bruto (PIB)  en un escenario de menor crecimiento. Y esta relación de gasto con el PIB es consistente con ello, y con lo anunciado durante el año por el Gobierno que quería dar un impulso adicional a la economía a través de la ejecución total del Presupuesto. No me parece nada muy sorpresivo.

- Ahora, el porcentaje del gasto como % del PIB, ¿qué efectos tiene sobre la economía? 

- La pregunta subyacente que uno debe hacerse es cuál es el modelo de sociedad que se busca. En el mundo nos encontramos con todo tipo de experiencias: algunos países con una carga tributaria alta y gasto público alto y a la inversa también. Por esa razón, el peso del Estado en la economía es una discusión bastante de fondo y se relaciona con cuál es la injerencia que como sociedad queremos  que tenga el Estado. Para mí es más recomendable una sociedad más libre donde los privados tengan un rol más preponderante, con  un gasto público más ligero.

- ¿Cuál sería la mejor receta para lograr el desarrollo?

- Hay experiencias mixtas. Tenemos países que han logrado el desarrollo con aumentos significativos de la carga tributaria y otros con una menor carga tributaria. Bajo mi óptica son mejores modelos aquellos que tienen una carga tributaria baja como Corea, Estados Unidos y Nueva Zelanda. En todos estos, el sector privado tiene un rol relevante en la economía y el Estado aplica un rol subsidiario y regulador, pero no trata de ser el primer productor de bienes ni tampoco intenta sobreregular la economía.

- Este mayor peso del Estado, ¿afecta el desarrollo del sector privado? 

- Sí, porque para financiar el mayor gasto se aumentaron los impuestos y eso tiene un efecto en el desarrollo de las empresas. En Chile hacia 2018 vamos a tener un aumento del impuesto de Primera Categoría bastante considerable, con una tasa de 25% que nos llevará a niveles impositivos  por sobre el promedio mundial, inclusive.  Ahí el efecto en la inversión privada es bastante directo. Otro elemento a considerar es la calidad del gasto público, ya que hay un gasto que es complementario a la inversión, pero otro que lo desplaza. Uno siempre espera del primer tipo de gasto, hay que empezar a mirar con detalle el tipo de proyectos que se están ejecutando.

- En ese sentido, ¿el foco debe estar puesto también en la eficiencia del gasto público?

- Se debe cambiar el foco que privilegia la cantidad ejecutada, es decir, no por el hecho de que se gastó la totalidad del Presupuesto es bueno por sí mismo, ya que se debe analizar en qué se están gastando los recursos y no si fue 100% o 105%, sino que si se está haciendo bien.

- Considerando la reforma tributaria, con la que el Gobierno recaudará 3,03% del PIB, ¿cómo incidirá en el mayor peso del Estado en la economía?

- Seguirá aumentando con el tiempo con la entrada en vigencia de la reforma tributaria. La reforma  busca recaudar 3 puntos del Producto y por esa razón es altamente probable que el peso del Estado en la economía siga creciendo.

Fuente: Pulso.-