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SE APROBÓ PROYECTO EN MATERIA DE EDUCACIÓN ESCOLAR

EducacionLa Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que quita la subvención a alumnos de colegios con fines de lucro, prohíbe el financiamiento compartido y sustituye los actuales mecanismos de admisión por una tómbola centralizada en el Ministerio de Educación (MINEDUC).

Éste ingresó en mayo del año pasado y durante su tramitación recibió diversas críticas relativas al diagnóstico, falto de sustento empírico riguroso, y a los instrumentos elegidos por el Gobierno. El Ejecutivo jamás pudo presentar argumentos para convencer ni a los expertos ni a la ciudadanía, y sólo buscó introducir cambios de forma, pero no de fondo a su proyecto. Ayer, luego de una acelerada tramitación, el proyecto fue aprobado, aun cuando parlamentarios oficialistas –que de todas formas terminaron apoyándolo- hicieron ver sus reparos. Si el Tribunal Constitucional no dice otra cosa, se espera que en mayo de este año se promulgue la ley, cuya entrada en vigencia parte el año escolar del próximo año.

En nuestra opinión este es un proyecto malo, que parte de un diagnóstico equivocado, que elige los instrumentos equivocados, y que además establece mecanismos complejos cuya implementación seguramente traerá nuevos problemas.

Entre las principales falencias que hemos identificado están las siguientes:

  • Se eliminan los incentivos para la entrada de nuevos proyectos educativos, y se estanca el sistema escolar. Esto, porque se le quita al sostenedor la posibilidad de gestionar su propio proyecto educativo, en la medida que se le obliga a usar los recursos sólo en los gastos que califiquen dentro de una lista taxativa de fines educativos definida en la ley y reglamentos del MINEDUC y la Superintendencia. El incumplir con esta lista (aun cuando sea en beneficios de los alumnos), se traducirá en una sanción (multa y devolución de los recursos) que podría llegar incluso a la pena de cárcel. Además, se condiciona el ingreso de nuevos establecimientos subvencionados a la aprobación del MINEDUC, según si existe una demanda insatisfecha o no hay un proyecto educativo similar en el territorio. Nuestro sistema escolar necesita el aporte de nuevos profesionales que quieran contribuir con nuevas metodologías y prácticas educativas, sin embargo, con el proyecto recién aprobado se eliminan los espacios para que estos puedan aportar, condenando al sistema escolar al estancamiento.

 

  • Se estancan los recursos. La prohibición del financiamiento compartido elimina la opción de que las familias puedan complementar el financiamiento público para así aumentar los recursos con que cuentan las escuelas. Nuestro país todavía tiene un gasto por alumno muy bajo en relación a los mejores sistemas educativos del mundo (menor a la mitad del promedio de los países de la OCDE), y prohibir a las familias que estudian en la educación subvencionada (municipal y particular) tratar de acercarse a lo que se gasta en los países desarrollados y en la educación particular pagada, es simplemente una injusticia.

 

  • Se pasa por alto la diversidad de la población. Al sustituir los sistemas de admisión descentralizados por una tómbola centralizada en el MINEDUC, se pasa por alto la existencia de legítimas diferencias que pueden tener los niños y jóvenes, así como sus preferencias y necesidades educativas. La educación no es un commodity o producto homogéneo, ésta debe diferenciarse a través de proyectos educativos distintos que se adapten a la diversidad de la población. Sin embargo, el proyecto del Gobierno, en su afán igualador, busca uniformarla bajo su propio proyecto.

 

  • educacionllllllllSe desincentiva el esfuerzo y mérito. Al establecer el azar como el principal criterio para ser admitido en un establecimiento educacional, y sólo permitir la expulsión frente a situaciones que atenten gravemente la convivencia escolar, se elimina la posibilidad de preservar cualquier proyecto educativo que enfatice alguna conducta específica. El ejemplo más paradigmático es el de los liceos emblemáticos, que fomentan una cultura de alta exigencia académica: al eliminarles la posibilidad de seleccionar alumnos (sólo podrán seleccionar un 30% de sus vacantes entre quienes provengan del 20% de mejor rendimiento de su colegio anterior), se deja de premiar el mérito y el esfuerzo de aquellos estudiantes que ven la educación como la única forma de surgir. En su lugar, será el azar el que decida quiénes entran y quiénes no.

 

  • Se ignora la importancia de que las escuelas adquieran las capacidades para atender a todos los alumnos. No hay integración sin aprendizaje, es decir, no basta con integrar a un alumno en una sala de clases. Para que haya verdadera equidad es necesario que éste aprenda. Este proyecto, sin embargo, sólo establece la obligación de recibir a todos los postulantes, pero no se preocupa de que los colegios adquieran las capacidades para atender a todos de la forma que lo merecen.

 

  • Incertidumbre respecto a la entrada en vigencia de cada una de las normas. El proyecto finalmente aprobado establece una gradualidad en la implementación, que si bien se justifica por lo radical de los cambios, también genera incertidumbre respecto a mecanismos poco claros. Eventualmente, será un próximo Gobierno el que tendrá que hacerse cargo de las consecuencias de un mal proyecto como éste, y no será esta Presidenta la que deba responder por sus errores. Peor aún, la implementación de los cambios relativos al nuevo proceso de admisión dependerá de la voluntad de la Presidenta, pues se establece que sea ésta la que, mediante decreto, defina el punto de partida. Ahora bien, esto puede ser visto también como una oportunidad de, en el camino, ir modificando al menos algunos de los errores de este proyecto. Si bien lo esperable es que al ser despachada una ley esté lista y revisada, éste no es el caso, y ya desde el Gobierno se han manifestado a favor de corregir más adelante algunas materias pendientes.

 

 

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