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EVALUACIÓN DOCENTE 2013: CULTURA DE MEDICIÓN, MEJORES PROFESORES

Esta semana se dieron a conocer los resultados de la Evaluación Docente del año 2013. En esta oportunidad se evaluaron 17.070 profesores. Desde el año 2004, el sistema ha medido al 82,5% del total de docentes evaluables del país, es decir, los que tienen al menos 2 horas de contrato como docente de aula y al menos un año de antigüedad en el sistema municipal.

En cuanto a los resultados, la última evaluación mostró un alza en el porcentaje de profesores que califican en los niveles más altos, competente y destacado, desde un 77,1% del año 2012 a un 82,3%. En la tabla a continuación se aprecia cuál ha sido la tendencia desde el año 2007.


Un hito que puede haber tenido algún impacto es la promulgación de la Ley 20.501 en febrero del año 2011, pues al establecer que los profesores que obtengan malos resultados de forma consecutiva deben dejar la dotación docente[1], constituye un incentivo claro. Es positivo que los profesores estén esforzándose cada vez más por contar con un diagnóstico de su desempeño que les permitan tomar medidas hacia una mejor calidad docente. En este sentido, compartimos las declaraciones de la Subsecretaria de Educación respecto a los beneficios de una cultura de evaluación: “hemos encontrado que el ir asentando esta cultura ha contribuido a la mejora de los profesores”.

Lo anterior nos recuerda también la necesidad de avanzar hacia evaluaciones descentralizadas a nivel de sostenedor, pues son éstas las que permiten identificar de mejor forma a los buenos profesores en su actividad diaria al interior de la sala de clases. Que exista una evaluación centralizada como ésta, no exime de la necesidad de contar con una a nivel de escuela, pues es ahí -en el día a día- donde realmente se revela el desempeño del profesor en el aula.

En este contexto, urge avanzar hacia mayores atribuciones para la gestión desde el nivel local, tanto para reconocer y premiar el buen desempeño en el aula, como para tomar medidas correctivas y desvincular a quienes año a año están fallando en la educación de sus alumnos.

Esto se condice con una de las conclusiones a las que llegó el Panel de Expertos para una Educación de Calidad el año 2010 en su informe “Propuestas para fortalecer la profesión docente en Chile”. Ahí se planteaba la necesidad de dotar a los sostenedores y directores de mayor autonomía en la gestión técnico-pedagógica, de manera de permitir que estos puedan adaptar sus recursos a la realidad local de cada establecimiento educacional, y del mismo modo, hacerlos verdaderamente responsables de las consecuencias de sus decisiones en el desempeño de los alumnos.


[1] Específicamente, deben abandonar la dotación docente los profesores que califiquen con desempeño Insatisfactorio en dos evaluaciones consecutivas, Básico en tres evaluaciones consecutivas, o en forma alternada con desempeño Básico o Insatisfactorio durante tres evaluaciones consecutivas.

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