El primer trimestre, de acuerdo a la información que está apareciendo, resultó muy bajo en crecimiento económico. La cifra estimada para la expansión global del primer trimestre fue 2%, menor que el crecimiento de 2013 que alcanzó a 2,4%.
Los principales analistas piensan que habrá una recuperación a partir del segundo trimestre, que hacia fines de año o en el cuarto trimestre, llegaría a un nivel 3,4%, aproximadamente, mientras la inflación global se mantendría estable, en torno a un 2,6%. En el cuarto trimestre, la inflación global había caído a un nivel de 2,3%, del cual ascenderá para mantenerse en el mencionado nivel, cercano a 2,6%, hasta fines de 2014.
Los índices de PMI para mayo de China, Euroárea y Japón (21 de mayo) y de Estados Unidos (el 27 de mayo) darán una señal cercana sobre el clima actual económico de esas economías. Las recientes lecturas de PMIs de meses anteriores han sido positivas, de modo que el impulso moderado de recuperación económica se estima vigente, en términos globales.
Los PMI de Europa y China (21 de mayo) estuvieron en un nivel aceptable, sobre o cercanos al 50. El PMI de Europa, ligeramente inferior a lo esperado y el de China algo mejor a las expectativas. En el caso de la economía de Estados Unidos, el PMI aparece el 27 de mayo, pero las minutas de la FED fueron positivas, porque dieron señales de que la inflación se mantiene baja y las tasas de interés de política monetaria se mantendrán en niveles moderados y de estímulo. Todo lo anterior, se tradujo en reacciones positivas de los mercados financieros de Estados Unidos y de Asia y en una reacción ligeramente deprimida en Europa.
La desaceleración en el primer trimestre, que algunos analistas caracterizan sólo como “bache en la evolución del crecimiento global”, fue muy acentuada en Estados Unidos. Se estimó, inicialmente, que el crecimiento del primer trimestre sería 0,1%, pero actualmente se piensa que la cifra será de -0,9%, para el primer trimestre de este año.
En cambio, el crecimiento económico para este trimestre sería de 3%, sin embargo, información muy reciente surge más bien en un carácter mixto, y no ayuda a determinar la trayectoria de la expansión de la economía norteamericana.
En el caso de la Euroárea, la economía avanzó en el primer trimestre en un 0,8%, inferior a las expectativas de un 1,5%.
En Japón, en cambio, se dio una situación diferente de fuerte crecimiento en el primer trimestre, de 5,9%, frente a la expectativa de sólo 4,2%, debido al doble impulso del consumo y la inversión privada.
El Reino Unido ha tenido éxito en sus políticas de ajuste y recuperación post 2008, logrando un crecimiento de 3,2% en el primer trimestre y una caída del desempleo a 6,5%.
En el ámbito de las economías emergentes, luego del ciclo de desaceleración que partió a fines del primer semestre del año pasado, con los anuncios de reducción de estímulo monetario en Estados Unidos y las señales de desaceleración y necesidad de ajuste en la expansión de la economía china, para superar problemas del mercado de la vivienda y “shadow banking”. Luego de todo lo anterior, actualmente, se están observando algunos signos de estabilización y término de los flujos de salida de capitales, que afectaron los mercados cambiarios de las economías emergentes.
El PMI manufacturero de China en mayo fue de 49,7 puntos, o sea muy levemente inferior a 50 puntos, que señala expansión económica, pero superior al mes anterior de 48,1 unidades. Los riesgos que impulsarían a la baja el crecimiento económico están relacionados con el ajuste en el mercado inmobiliario, por lo que se estima necesario una relajación moderada de la política monetaria.
En el ranking de competitividad 2014 del IMD (Suiza), China estuvo en el lugar 23, retrocediendo dos lugares respecto al año anterior, mientras Chile está en la posición 31 y los países latinoamericanos en torno al 50 y todos con retrocesos, lo cual los hace vulnerables.
Una información destacada de China ha sido la firma de un acuerdo por US$ 400 mil millones en materia de energía con Rusia, entre las compañías Gazprom y China National Petroleum Corp. (CNPC), que asegura al mayor consumidor una importante fuente de energía.
Según estudios del Banco Mundial, la República Popular de China podría convertirse, a finales de 2014, en la primera potencia económica mundial, desplazando a Estados Unidos al segundo lugar, en términos de poder adquisitivo.
Los niveles de crecimiento en varios de los BRICs y economías emergentes, en general, todavía están bajos y no se observa, todavía, un interés o decisión para acelerar el crecimiento de la actividad económica, vía implementación de reformas estructurales, que acentúen la competitividad internacional de esas economías y reduzcan su vulnerabilidad.
Los ministros de comercio de Asia Pacífico (APEC) se reunieron el 17 y 18 de mayo en Quingdao, República Popular de China, en la 20ª reunión anual.
Los ministros compartieron la visión sobre la economía global de que, no obstante un modesto crecimiento global y de una gradual recuperación del comercio global, persiste la incertidumbre en la recuperación del comercio y de la economía, y que como consecuencia, permanecerán vigilantes respecto a todas las formas de proteccionismo, por su impacto en debilitar el comercio y en la deceleración de la recuperación. Recomendaron extender hasta fines de 2018 un “stand still” de trabas al comercio y hacer retroceder el proteccionismo y las medidas que distorsionan el comercio internacional. Acordaron asimismo los ministros poner en práctica el “Paquete Bali”, de facilitación de comercio, alcanzado en la 9ª Conferencia Ministerial (MC9), de la Organización Mundial de Comercio.
Finalmente, los ministros de comercio pusieron énfasis y esfuerzos en destacar la necesidad de avanzar más rápido hacia una área de Libre Comercio en Asia Pacífico (FTAAP), y alcanzar hacia el 2020 la liberalización del comercio y la inversión en el área Asia Pacífico, para ello recomiendan la formación de un “Roadmap” hacia el FTAAP. En este proceso, los vehículos de liberalización regionales, como la Alianza del Pacífico, el Transpacific Partnership (TPP) y ASEAN+6 (RCEP) juegan un rol importante de convergencia hacia la liberalización total del comercio y la inversión en el área Asia Pacífico.