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AGENDA DE ENERGÍA: EXCESIVO OPTIMISMO RESPECTO DEL GAS

La agenda de energía propone una serie de medidas de corto, mediano y largo plazo para superar la compleja situación energética en que se encuentra el país. Tal como se había anunciado, se pone especial énfasis en aumentar el rol del Estado (fortaleciendo la institucionalidad, profundizando su acción regulatoria y acrecentando la función de ENAP) y en lograr una efectiva reducción de los precios de la energía, con metas concretas de reducción de los costos marginales y de precios en las licitaciones de suministro eléctrico de clientes regulados.

La preocupación por los elevados precios de la energía, que golpean nuestra competitividad y paulatinamente también los bolsillos de los hogares, ha sido tema recurrente en los últimos años. Es bien sabido que para resolverlo resulta esencial destrabar los proyectos de generación de base y crear las condiciones necesarias para atraer nuevas iniciativas. "En esta línea, hay propuestas positivas, como la idea de rediseñar las bases de licitación, regular los suministros sin contrato y licitar terrenos fiscales para la realización de proyectos energéticos. También parece conveniente avanzar en materia de ordenamiento territorial, asegurar el efectivo acceso al uso de los terminales de GNL y promover la interconexión, entre otros", señala Susana Jiménez, Economista Senior de LyD.

Ahora bien, llama la atención que la agenda se juegue fuertemente por asegurar una mayor participación del GNL en la matriz energética nacional como “elemento central para bajar los precios actuales de la electricidad”. Para Jiménez, "ello parece querer omitir que la generación en base a gas es y seguirá siendo más costosa que la generación en base a carbón, fuente respecto de la cual se hace una somera alusión cuando se señala que se promoverá el desarrollo de proyectos termoeléctricos consignados en el plan de obras de la CNE".

Lo anterior puede ser el resultado de una visión excesivamente optimista respecto de los precios futuros del gas, tal como se deriva de las últimas proyecciones de la CNE y que explicaría las inversiones anunciadas para ampliar el terminal de GNL de Quintero e impulsar la construcción de un tercer terminal de GNL en la zona centro-sur del país con la participación de ENAP.

"Sin embargo, lo cierto es que las estimaciones internacionales apuntan a que el gas no estará disponible a precios tan bajos como proyecta la autoridad y que el costo de generación en base a este combustible se mantendrá por sobre los costos en base al carbón", asegura Jiménez. Cabe entonces preguntarse si tiene sentido que la autoridad siga esquivando la promoción de fuentes de energía económicas y en cambio privilegie explícitamente otras fuentes más costosas, cuando el objetivo es revertir la situación de altos precios de energía actualmente existentes.

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